Eveline Wattson:
-¿Nunca te cansas de hablar?
-Deja que termine de contarte; por tú culpa ya olvidé en qué me quedé ahora tendré que contarlo desde el inicio otra vez.
-No, ya guarda silencio y termina de comer en santa paz, por favor.
-No lo haré porque tú me lo órdenes.
-Eres demasiado infantil, Wattson.
-No empieces de gruñón, me pones de muy mal humor.
-Ah, mira que detalle.
-Ya vuelvo.- me levanté de la mesa dejándolo solo en el comedor. Conecte mi celular a la bocina de la sala, el ambiente ahora si no parecía funeral.
-Odio el ruido Wattson.
-Ya lo sé genio.
-Como te gusta joder a la gente.
-La verdad si. - puse el reproductor de modo aleatorio y la primera canción en reproducirse era una de mis favoritas.
-¿James Arthur? ¿Enserio pelinegra? Te creí más ruda, qué son esas canciones cursis.
-Si ¿y qué?
-Relajate, no canta nada mal pero no te creí que te gustará la cursilería.
-No es como que me encante tampoco. Pero pienso que no es necesario serlo siempre, ya que cuando quieres a una persona no tienes que esforzarte en ser de esa manera, simplemente se da naturalmente ser de esa manera.
-¿Tu te has has enamorado alguna vez, ridícula? De seguro esperas al principito de cuento de hadas que venga a rescatarte.
-Te la pasas diciéndome ridícula cuando el ridículo lo estás siendo tú justo en este momento. No esperó a nadie Teo, tampoco necesito un príncipe noño que me hable bonito e intente bajarme la luna y las estrellas,bla,bla,bla.
Soy suficientemente capaz hacerlo yo sola, no necesito que nadie me baje la luna. ¿Para hablarme bonito? Por eso tengo boca y suficiente autoestima para recordarme todos los días lo que valgo; yo no busco nada, no tengo necesidad de hacerlo. Solo me dejó sorprender por la vida ya sean buenos o malos momentos ,de ambas aprendes muchas cosas .-¿Entonces que es lo que quieres Wattson?
-Bueno, bueno ¿y tú que ganas con todo esto?
-Nada ,estoy aburrido, está siendo muy interesante tú conversación.
-Ya te dije que yo no soy payasito de circo de nadie. Desaburrete tú solo Vandort- lo dejé solo nuevamente en el comedor. Me senté en el sofá rojo revisando mi celular.
-Lo siento pelinegra. Estaba bromeando, no te pongas así.
-Pues tus bromas son de pésimo gusto, mejor me voy a mi casa.- Agarré mi mochila desconectando mi celular de la bocina. Teo se acercó detrás de mí abrazandome por la cintura.
-Quédate.- Me giré a verlo molesta,dió un casto beso en mis labios-¿Te quedas pelinegra?
-¿Te he dicho que te odio?
-Si, pero no te sientas mal, yo también te odió chica curiosa.
-¡Pero no, no puede morir Teo!
-Controla tus nervios niña, es una tonta película.
-Deveras que tú no tienes corazón, no se como no te duele ni siquiera que ella haya muerto y el esté en su funeral.
-Como te lo dije, es una película. Deja de gritar que no es necesario hacerlo.
-Pero es qué...- Tapo mis ojos con su mano y mordió mi barbilla.- ¡Oye! ¿Te crees piraña acaso?
-No, pero era la única forma de distraerte para que te callarás.
-Okey, así vamos a jugar,dale pues.
-No estoy jugando a nada ridícula.
-Si,si lo que tú digas.
-Odiosa insoportable.
-Ya parale a tus apodos, te recuerdo que tengo nombre.
- No voy a dejar de decirlos, tendrás que acostumbrarte.