Pero con nariz chueca o no iré a esa feria. Necesito obligarme a perderle miedo a las alturas.
-Al principio me dió taquicardia de verte caer de culo contra el suelo, pero ahora- Jeremy no paraba de reírse de mí- ¡Veo tú preciosa carita y es inevitable reírme, terroncito de azúcar!
-Vale ,ya cierra la boca. Me hubieras ayudado aún que sea a separarlo de mí animal, que buen amigo eres Jer.
-Es que no aplicaba en mi ley.
-¿Qué tonta ley?
-Un buen amigo te ayuda siempre que te caes. Pero no antes de reírse.
-¡Que maldito!- lo empuje fuera de la banqueta. Mike me ayudo a tirarlo.
-¡Eso no es justo compadre, dos contra un pobre indefenso y sexi muchacho!
-¿Qué lehacen a mi amado hombre?- Teo llegó a nuestro lado. Su estado de humor nos sorprendió a todos, hasta Jeremy que sigue tirado en el suelo casi se le salen los ojos al escucharlo .
-¡Tengan cuidado! - Jeremy gritó y todos nos abrazamos. Mike abrazo a Anne y Teo a mí ¿Por qué? Ni pinche idea. Jeremy aprovechó para levantarse del suelo, se echó a correr riendo como loco.- ¡Se la creyeron!
-¡Voy a matarte castaño!- Teo apretó los puños y se hecho a correr detrás de Jeremy. Mi querido amigo castaño palideció.
-¡Terroncito de azúcar, calma a tú fiera!
-¡No, te lo mereces!- Jeremy aumentó la velocidad para salvar su pellejo.
-Somos unos adolescentes de diecinueve años, bueno, excepto Jeremy que tiene los veinte. ¿Pero nunca es tarde para sentirse un niño de nuevo, verdad?- Mike nos preguntó a Anne y a mí.
-Guapito, pero tú nos ganas.- le contestó Anne burlona.
-¡Uh! Te adoro cuñadita.- Anne e Mike se sonrojarón. - El que llegué al último paga la cena- Anne corrió al mismo tiempo que yo dejando a Mike atrás.
-¡Que tramposas son, quiero ver cuando yo y mi team les ganemos en la feria!
-¡Sexi boys, ridículos! Anne y yo seguimos corriendo.
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Y
a estamos en la feria.
Jeremy y Mike están aferrados en que todos nos subamos a la montaña rusa, por mucho que dije que quiero perderle el miedo a las alturas siento que una vez arriba del juego me voy a desmayar.
-Se tardan mucho en decidirse, ya me estoy aburriendo.
- Relájate cuñado- Dijo Mike con la boca llena de algodón de azúcar. El y Anne comían de uno gigante de color morado.
