Nakahara Kenta un frío y agresivo omega que desprecia a los alfas que abusan de su género, conoce por temas de negocios al traficante de armas Aizome Kazuna, un alfa que tras no encontar a su pareja destinada decide simplemente divertirse con quién...
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*Kenta*
Flash back
– Es Omega – dijo el doctor. El rostro de mis padres era de horror.
– No pude ser... ¿ESTÁ SEGURO QUE NO SE EQUIVOCÓ? – Gritó con enojo mi padre.
– Estoy cien por ciento seguro señor, su hijo es omega.
Me tomó por la sudadera con fuerza – NIÑO ESTÚPIDO ¿OMEGA? ¿EN SERIO? ERES ESCORIA PARA LA FAMILIA.
Dolía, dolía mucho.
– Cariño calma!! – dijo mi madre tratando de apartarlo y este me tiró con fuerza al suelo.
– No sirves siendo omega. – salió de la habitación.
Dolía, dolía mucho. Mi padre, ese que me decía que sería su heredero, ese que decía que me quería. Duelen, duelen mucho sus palabras, duelen más que cualquier golpe.
Madre me ayudó a levantar, al menos ella no me despreciaba.
– No le hagas caso a tu padre – asentí – Vamos Ken, vamos a casa.
Desde ese día mi vida se convirtió en un infierno.
Jajaja es omega.
Tan alfa que se creía y es omega.
Escoria, es escoria para la familia.
Cállense... CÁLLENSE!!!
Tapé mis oídos con fuerza... No quiero escuchar, NO QUIERO!!
Actualidad
– No sabes todo lo que tuve que soportar. Ser omega se había convertido en mi tortura.
Kazuna me miró con tristeza. – Ken... – negué.
– Esto no termina aquí. – cerré mis ojos y suspiré para volver a contar.
Flash back
Caminaba por la casa y escuché a madre discutiendo.
– ¿Otro hijo? ¿No te das cuenta que sería muy riesgoso para mí? – soltó con fuerza.
– Mi heredero no será ese omega!! ¿UN OMEGA? No dejaré de ser el hazme reír de la familia si un omega es mi sucesor!!!
– Ya te dije!! Cuidado con lo que dices!!! KEN ES TU HIJO, NUESTRO HIJO!!! – Gruñó mi madre.
– KENTA DEJÓ DE SER MI HIJO EN EL MOMENTO QUE SE MOSTRÓ COMO OMEGA!!!
Una cachetada se sintió.
– ES TU HIJO, ES TU SANGRE Y NO DEJARÉ QUE SIGAS BURLÁNDOTE DE ÉL – diciendo eso, madre salió de la habitación y al verme su rostro se llenó de preocupación.
