Capítulo 14: Te Amo.

540 63 14
                                    

*Kenta*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


*Kenta*

– Hermano ¿Por qué no puedo ir? Es mi abuelo ¿Por qué no puedo ir a su funeral?

Ayato... Si vas te matarán.

– Irás a otro lado. Te vas de vacaciones, tómalo así. – Vacaciones eternas a Suiza, dónde vivirás tranquilamente.

– ¿Vacaciones? ¿Que rayos estás diciendo? Explícate Nii-san explícate! – se veía un poco enojado.

Caminé hasta donde él estaba y le acaricié una de sus mejillas. Tal vez está sería la última vez que vería su rostro. Mi hermanito... tal vez nunca más te vea.

– Escucha Ayato. – espero que lo tome bien - te tienes que ir, no te puedes quedar es muy peligroso. Sabes que... habrá una guerra por el liderazgo.

Abrió los ojos como platos al entender.

– No... No, no me digas que... Me mandas lejos por... Porque... ¿Y tú? ¿qué hay de tí?

– Yo estoy bien – sonreí – Yo estoy bien. – repetí tratando de convencerme, no estaba ni remotamente bien, pero no lo podía preocupar.

– No me engañas. Dime... Dime qué te irás conmigo... DÍMELO – Una lágrima se escapó de sus azules ojos. Y yo negué. – Hermano, olvídate de todo... Olvídate de todo y ven... ven conmigo... – lágrimas salían sin parar de sus ojos - No... No me dejes. Hermano... Te matarán, te matarán... – me abrazó – Solo ven conmigo... por favor... por favor – decía entre sollozos.

– No puedo Ayato. Lo siento. No puedo irme. – Cerré mis ojos mientras lo abrazaba tratando de ser fuerte ante mi adorado pequeño demonio. – Cuídate mucho ¿Si? Y hazle caso a Hikaru él irá contigo... También Kazuna...

– ¿Kazuna? – mi miró confundido – ¿Él accedió irse? No lo puedo creer.

– No, él no lo sabe. Yo... Hablé con Hikaru, él sabe todo. Por eso hazle caso y pórtate bien. Crece y vuélvete alguien fuerte y admirable – acuno una de sus mejillas en mis manos.

– ... – tragó – Bien... Pero prométeme que vivirás... Prométemelo!

– Lo prometo... Trataré de vivir – en realidad no estaba seguro. Era más seguro que iba a morir que a vivir. Pero si engañarlo hacía que Ayato se fuera, pues lo siento por mentir. Miré el reloj y suspiré. – Te quiero mi pequeño demonio – le sonreí y él también lo hizo. – Se lo más discreto posible. – asintió y besó una de mis mejillas.

– Nos vemos Nii-san. Hasta luego. – dió una última sonrisa y salió de mi habitación.

Si... Hasta luego...

Caí en la cama.

Dios... Esto es doloroso.

Entonces la imagen de alguien apareció en mi mente.

Obedece alfa.《Completa》Where stories live. Discover now