Capítulo 23: Una verdad al fin dicha.

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*Ayato*

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*Ayato*

– Ayato... Yo asesiné a nuestro padre.

Esas seis palabras hacían eco una y otra vez en mi cabeza. Abrí y cerré mi boca sin saber que decir.

¿Qué? ¿Mi hermano fue quién le quitó la vida a mi padre? ¿A nuestro padre?

Lo miré confundido, con la esperanza que fuese solo una broma, pero la cruda realidad me invadió. Mi hermano no bromea y su expresión fría e impasible lo decía todo.

– Tú... – mostré desconcierto – tú... Cómo... ¿Cómo... Cómo pudiste? – Me levanté del asiento y pasé mis manos por mi cara sin entender. – ¡Era tu padre! ¡NUESTRO PADRE!

Por un momento su expresión era indescifrable, pero sonrió con arrogancia rápidamente. – Precisamente... Esa peste de padre merecía morir.

Me quedé en shock. La expresión tan retorcida que corría por el rostro de mi hermano mientras decía esas palabras era completamente aterradora, tan aterradora que sentí como un escalofrío recorría de pies a cabeza mi cuerpo.

– Estás... ¡Estás loco! – me apresuré a decir mientras me acercaba a él, pero justamente cuando lo iba a tocar una de sus manos le dió un manotazo a la mía mientras decía fríamente

– No me toques.

Miré mi mano confundido ¿Acababa de ser rechazado por mi hermano?

Apreté esta en un puño. Me sentía enojado, muy enojado. Levanté mi vista con rabia para decirle – ¿Ahora yo también te causo repulsión?

Kenta que aún estaba sentado tranquilamente, levantó suavemente la comisura de sus labios – Para nada. – respondió de manera despreocupada.

Ver esa tranquilidad en él me enfureció aún más ¿cuántas mentiras guardaba? ¿A caso también todo el amor que me dió fue solo un engaño? Apretando mis dientes le grité – ¡Siempre eres así! ¡Siempre te da todo igual! ¡Cuando padre murió nunca me dijiste quién lo había asesinado! – Reí amargadamente – Jajaja por supuesto, ahora se porqué!!!

– Escucha hermanito – cruzó las piernas y sonrió. Esa sonrisa torcida solo me helaba la piel – En este mundo lleno de basura y corrupción alguien tiene que limpiar.

– ¿Limpiar? – pronuncié furioso – ¿Limpiar para ti es asesinar a alguien de tu propia sangre? ¡Era tu padre! ¿No lo entiendes? ¡TU PADRE, EL QUE TE CREÓ!

– JAJAJA – eso fue lo que me respondió, su risa resonó por toda la habitación. Al parar su expresión volvió a enfriarse y se levantó, inconscientemente retrocedí, este Nii-san me aterraba. – Esa mierda no era mi padre. Esa mierda que dices tú que me creó me humilló, me despreció, me gritó ‐ con cada paso que daba hacia mi yo retrocedía una y otra vez – Nunca le importé ¿Sabes por qué? – con este paso mi espalda chocó contra la pared y yo lo miré aterrado – Porque soy omega. Todo porque soy un maldito omega, por supuesto que alguien que lo tuvo todo no conoce lo doloroso que es el rechazo.

Obedece alfa.《Completa》Where stories live. Discover now