Nakahara Kenta un frío y agresivo omega que desprecia a los alfas que abusan de su género, conoce por temas de negocios al traficante de armas Aizome Kazuna, un alfa que tras no encontar a su pareja destinada decide simplemente divertirse con quién...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
*Kenta*
¿Qué se supone que se hace con los traidores? Yo en lo personal lo torturaría y lo haría vivir el mismísimo infierno. Pero todo cambia cuando te enteras de quién es el traidor. Hikaru me advirtió de lo que se aproximaba, y al principio me asombró saber quién era la rata que filtraba información, nunca pensé que él en específico me traicionaría, por eso mismo me limitaba a confiarme de las personas, a veces el perro más cercano y confiable es el que muerde la mano de su dueño. Pero su tortura, para su suerte, no iba a ser mala, pues no había tiempo. Mientras iba a jugar su juego de mentiras.
Caminé muy confiado por los pasillos como si no supiese nada de lo que está por venir. Algunos de "mis hombres", nótese mi sarcasmo, me dan una mirada cargada de burla y humillación. Si supieran que se muy bien lo que traman no me mirarían así. Con la muerte de mi abuelo he perdido todo apoyo, pero para ganar, o por lo menos salvar mi pellejo, no me hace falta mucha ayuda, con la que me dió Hikaru ya tengo bastante.
Ese alfa es muy astuto y confiable, hace un trabajo muy limpio, tengo que admitirlo. Aunque me dijo y trató de convencerme de que dejara este plan suicidia no lo logró, no perderé la oportunidad de asesinar a todos los que me traicionaron, o los que me han dañado. Principalmente no perderé la oportunidad de arrastrar al infierno a mi supuestamente mejor amigo y querido primo bastardo.
Nakahara Ryosuke.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
*Ryosuke*
Todo está saliendo según lo previsto. Nakahara Kenta está sentado muy pacíficamente en el salón revisando algunos documentos. Que no halla salido de la casa ya estaba previsto, no es tan tonto como para ir al funeral del abuelo Nakahara, pero lo que no sabe es que precisamente nuestro plan consiste en que no salga de su casa. Los hombres de Tsukishima ya deben de estar cerca, aunque no me gusta trabajar con él sabe hacer su trabajo.
Uno de mis hombres se acercó a mi, no tenía el rostro muy relajado más bien estaba nervioso.
– Señor, no están.
– ¿Qué? – me giré totalmente hacia él – ¿Cómo que no están?
– No lo sé, desaparecieron de repente. – dijo de manera nerviosa.
