Capítulo 5 | ¿Qué está ocurriendo?

1.5K 96 258
                                    

¿Qué está ocurriendo?

Collet.

Arde..

Me arde la garganta, estoy recostada sobre mi espalda y el pequeño, pero molesto rayito de sol que se cuela por unas cortinas, me hace no querer abrir los ojos del todo, ni mucho menos quitar mi brazo que me cubre los mismos.

Quiero tragar saliva, pero eso es tan imposible con lo seca que la tengo, indicios de una resaca, la cual, me hace avergonzarme porque solo fueron unas cuantas cervezas.

Aunque no solo eso es, sé que no solo por la resaca es la sensación acelerada que tengo, pues mis piernas están apretadas hace más de diez minutos, me sudan las manos con el nudo en mi garganta provocado por el recuerdo de ayer.

Me recuerdo sobre aquel hombre disfrutando de aquel roce rápido que hace mucho no sentía, hace años que no experimentaba, buscando lo que tanto deseo cuando me excito, fracasando en el intento porque ni un maldito orgasmo tuve, ni siquiera un tiempo digno para conformarme con el mero éxtasis tuve.

Me quedé frustrada.

Carajo. Es que, entre querer saber quién era ese por quien me estaba dejando penetrar, y el querer negar lo que creía para hacerme ver lo loca que estaba, no pude conseguir nada, fallando con los balazos que hubo en el lugar. No sé qué ocurrió, ni tampoco tengo noción de a quien estaban atacando, pero entendí que era al hombre con el que estaba porque entraron y lo persiguieron, yo me defendí, aunque no debía por ningún motivo, y no me ocurrió nada.

Quito mi brazo de mis ojos y los abro poco a poco, veo a mi alrededor y me levanto de un solo impulso cuando noto que no estoy ni en mi cuarto de la academia, ni mucho menos en lo que por casualidad sea mi cuarto en la casa de Clara.

«Ay no, no, no, no.» ¿En dónde estoy? No conozco nada de acá, la cama, las paredes, incluso las cortinas son desconocidas. Hecho un vistazo por toda la habitación y un sentimiento feo me invade al ver una playera de hombre tirada a un lado de la cama, sigo mi recorrido y emito un pequeño jadeo con las cosas de hombre que yacen en una mesita de noche al lado del closet.

Me siento tan desorientada, nunca en mi vida me había sentido así y al dar un paso adelante para tomar mis bragas que están a un lado de donde estaba acostada, es cuando me doy cuenta, joder, de que estoy sin bragas.

¡Estoy sin bragas!

Bajo mi vista y levanto la playera de hombre que tengo puesta y... Espera, ¿tengo puesta una playera de hombre? ¡Joder! ¡Tengo puesta una playera de hombre!

La huelo y mi corazón reconoce algo, lo reconoce y arrugo mis cejas caminando de un lado a otro frente a la cama. ¿Qué hice ayer? ¿Tuve sexo con otro desconocido? ¿Me encontré con el mismo de antes y me vine con él? Es que no recuerdo ni siquiera como fue que llegué acá, lo último que recuerdo es que choqué con la espalda de alguien y... ¿Tuve sexo con quién me tropecé?

Brillante Collet, brillante. Te estás volviendo una sin vergüenza y eso no es así, no lo debe ser.

Llevo mis manos a mi cabeza y cierro los ojos maldiciendo en bajo, arrepintiéndome por esto y por lo de ayer, estoy completamente desnuda y lo único que me cubre es la playera de don desconocido y lo peor es que no recuerdo si tuve acción, ¿cómo se sabe cuándo has follado? ¿Por el leve ardor en la entrepierna? Si es así, carajo, parece que follé toda la noche y sin parar.

¿Entonces si tuve un orgasmo? Si pasé toda la noche entonces tuve que tener más de alguno, ¿cierto? Ay no, un orgasmo que ni recuerdo. Me siento indignada, debí haber tomado menos para disfrutar y...

Hacia la ObsesiónWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu