Hacia la Obsesión

Capítulo 22 | En la agonía.

En la agonía. 

Marzo 26 del 2020.

El corazón del grito desgarrador que Collet Zane emite cuando por fin se deja caer en un mar de desesperación y dolor se crea en el fondo del baño de ese hotel en Maryland, desde lo más profundo de la miseria, anunciando que el fin se acerca desempolvado sus cadenas hasta ponerse en marcha, anunciando con ruidos desesperantes que si ella sufre, también lo harán todos aquellos que fueron responsables de condenarla al abismo de la oscuridad, tanto que, por el dolor tan sofocante que ella siente, aquello cruce las puertas cerradas, viajando alrededor de todos sus conocidos, como si ellos supiesen perfectamente que ella sigue sufriendo después de todo, haciendo que primeramente lo experimente Helena Zane, tía paterna de 32 años que sin poder controlarse, apretando el celular entre sus manos, derrama las lágrimas que le pertenecen a Collet,

El segundo en sentirlo es Lionel Zane, padre de 39 años con un gran vacío en su alma y su vida, que, cenando al lado de su esposa e hija, deja caer el tenedor de entre sus dedos y se paraliza, ignorando el llamado de Amelia, y la exigencia de Connie,

El tercero es Owen Seebold, gran amigo de 25 años, al medio de una misión en la que se desconcentra y limpia con rabia las mismas lágrimas que ella derrama,

La cuarta es Allie Seebold, ex amiga de 23 años que retiene sus sollozos al medio de una reunión de viejos amigos de la universidad, al cual Collet habría asistido también, pero ella ya no estaba para hacerlo,

La quinta es Marlen Zane, tía paterna y sobre todo conservadora de 47 años que, regañando a Sayda Davis de 23 años por ella haber metido a más de un hombre a su casa, habiéndolos descubierto en una especie de orgía, llora al pie de la escalera luego de recibir la gritada y amenaza de su vida,

La sexta es Clara Smith, tía materna de 38 años quien no volvió a ser la misma desde su encuentro con Harold, lamentándose por nunca haberse dado cuenta a tiempo por todo lo que su única sobrina estaba pasando,

El séptimo es Zadkiel Smith, tío materno de 24 años, única persona que ha persistido al lado de los hijos de Collet, y ahora, los tomaba de las manitas y los acerca a él, para abrazarlos y sentir que en ellos permanece ella, que en ellos puede sanar la herida que su sobrina dejó en él, que en ellos puede mermar las rabias, la impotencia, y la desesperación que le da cada vez que piensa en lo que Collet sufrió,

El octavo en resentir todo esto es Gawen Johnson, ex novio de 30 años que aún no supera a Collet, que aún no se perdona tener que haber dejado que ella lo terminase, que ella terminara la relación que a él tanto le costó conseguir, no se perdona haber...,

El noveno, es la persona que en la vida se hubiese creído que sintiera el sufrimiento de Collet, pero lo sintió, y es que Hanniel Dixon de 24 años, se resiste a tantas cosas, que ya ni se sabe qué es cierto o qué es mentira, pero de igual manera, deja de besar a Sofía, quita sus manos de las caderas de ella, y se da la vuelta pasando una de sus manos por su cabello, intentando no alterarse con su amada.

Y por último, en la noche fría del veintiséis de marzo del dos mil veinte, los pequeños de Collet, Daynner y Azriel de 3 años, lloran sin parar, sintiendo un vacío en el pecho que nadie puede llenar, ni siquiera las personas que los cuidan desde que Collet dejó de hacerlo por envolverse entre sus consecuencias, pues el amor de madre no se reemplaza, no se olvida, no se compara, y no se compite con él; nadie que fingiendo ser la madre puede reconfortar a dos pequeños gemelos que nacieron gracias al dolor y esfuerzo de la verdadera y única merecedora del amor de ellos, y ella es Collet Zane.

En algo más allá de lo que se conoce, están ellas, las dos personas que piden cada día por Collet, que desean y anhelan que ella viva y traspase lo más pronto posible su proceso, que llegue el momento en que lo supere y pueda ir a ellas dejando atrás todo dolor y sufrimiento, hasta darle paso a la tranquilidad merecedora.