Extra: Nos lleva la que nos trajo pt.2

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Hanniel. 


Cierro la puerta detrás de mí y noto a mi derecha a alguien, volteo a ver y es Cristóbal, quien está recostado en la pared. Me recorre de pies a cabeza, levanta su mano y mi atención se va directo allí, donde lleva un cigarro que dirige a su boca y le da una calada.

—¿Qué mierda le pasó? —inquiere con un atisbo de burla y al mismo tiempo de extrañeza mientras expulsa poco a poco el humo cuando habla. Su ceño fruncido.

Volteo los ojos y me le acerco pidiendo el cigarro. Justo esto me va a servir para relajarme. Me lo acerca, lo tomo y le doy una larga calada, inhalo y retengo un rato el humo, agradeciendo la sensación que me provoca.

—No recuerdo que tu trabajo sea ser un juzgón.

Expulso el humo y vuelvo a calar. No le voy a regresar el cigarro, si eso es lo que piensa cuando extiende su mano.

—Era el único que me quedaba —se queja.

—Pues ni modo, tu jefe lo necesita más.

Suelta un resoplo que se parece más a una risa, vuelve a juzgarme de pies a cabeza y niega liberando una sonrisa comemierda.

—¿Qué, lo dejaron sin su premio?

—Vete a la mierda Cristóbal.

Suelta una carcajada que de inmediato reprime y me señala.

—No piensa salir así, ¿cierto?, lo van a detener por tal vulgaridad.

Sigo su mirada que sobrecae en mi entrepierna: por encima de la pantaloneta se remarca demasiado mi pene, no es como un bulto o como normalmente se vería, escondido y evitando verse, no, ahora se distingue toda su forma y hasta está mojada la tela en el área donde queda la cabeza. Ufs, todo lo que Collet está desperdiciando. Creo que puedo denominar a esto una de las muy escasas erecciones más intensas que he tenido.

—¿Estás viendo mi erección? —le acuso, indignado, devolviendo mi atención a él.

La sonrisa se le borra y carraspea, enderezándose.

—Estoy previniéndolo, agradezca que lo hago.

Ay sí, cómo no.

—¿Crees que me va a importar más lo que la gente va a decir, que las ganas que tengo de rebajar semejante mierda que estoy teniendo?, ¿de verdad lo crees?

Rueda los ojos y hace una mueca con los labios, ya hasta lo escucho renegar.

—Tiene razón, me vale un cuarto de jodida mierda lo que le está ocurriendo.

Hace un ademán con la mano, se endereza y me arrebata el cigarro de mis dedos cuando estoy sacando el humo de mi boca y mi mano a la altura de ella, alejado por la antecedida calada. Lo miro con molestia y miro mi mano, aún en su posición y..., joder, estar extremadamente excitado nubla parte de mis sentidos, como los reflejos para mover mi mano y que no me quitara el cilindro de papel.

Intento recuperar esa estupidez acercándome nuevamente a él, pero este a diferencia de mí, sí reacciona rápido y levanta su mano por encima de su cabeza, resoplo y me le intento ir encima, lo aleja más inclinándola hacia atrás. Y pienso en lo ridículo que es esto, porque soy absolutamente más alto que él, es solo que estoy muy agotado por no conseguir mi cogida que tanto quería, y enojarme ha sido un plus que quita mis ganas de empujarlo, hacerlo completamente inútil hasta obtener lo que quiero.

Aunque esa ha sido la mentira más jodida que he dado, no estoy para nada cansado, y claro que quiero golpearlo por fastidiarme los cojones aun sabiendo que lo estoy ya previamente, como si mi humor diera para eso aún si no lo estuviera, y agarrar ese puto cigarro y acabármelo en su cara. Que lo que estoy haciendo es contenerme porque, la desesperación y el enojo que está tintineando en mi interior es de un tamaño enorme, y no quiero matar a este idiota frente a mí.

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⏰ Last updated: Feb 17 ⏰

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