Capitulo 3

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                     【CAPITULO 3】

//𝗘𝗿𝗶𝗰𝗸 𝗠𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿//

La larga y oscura noche pasó; con toda la pereza que alguna vez pude tener me levanté después de ver la hora en mi celular, pasé las manos por mi cara medio dormida para así luego levantarme. Sentía mi cabeza pesada, con un raro dolor en la cabeza.

—Buenos días—dije llegando a la sala donde mi papá miraba la televisión y mi mamá estaba sentada al lado de él que al parecer hacía lo mismo que él, me agarraba la cabeza con una mano suavemente, me dolía mucho sin saber el motivo, sabía que no era un dolor normal pero traté de no tomarle importancia y tomar el medicamento.

—Buenos días, el desayuno ya está listo, dejé tu comida servida, se encuentra en el microondas, ya nosotros desayunamos—Saludó mi madre sin despegar la vista de la televisión, mi padre no dijo ni una sola palabra, solo seguía en lo suyo mirando la televisión.

"Buenos días, ¿Cómo dormiste? ¿Estas bien?" Al menos podría preguntarlo, ¿no?

Para mi padre era mas importante ese ridículo programa.

Los viernes, sábados y domingos eran: Comer, dormir, ver todo el día el celular, hacer tareas y en algunas ocasiones salir a la ciudad.

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El largo lunes empezó, faltaba a clases algunos días como hoy, gracias a las largas y aburridas charlas con el psicólogo, ya que habían cambiado las citas para los lunes y no los viernes.

¿Mi vida? Ya lo ven, nada interesante
No es así hasta aquel día.

Esperaba a que mi mamá retirara las pastillas, en ese momento mi mirada se alzó al ver aquella chica entrando donde un psicólogo.

¿Qué pasará con ella? ¿Qué estará haciendo en un lugar tan desagradable como este? ¿Acaso sucede algo con ella? Era una persona muy curiosa, la diferencia es que no preguntaba en voz alta, sino lo hacía en mi mente.

Era Mariana, la chica popular que siempre estaba sonriente que acompañaba su hermoso rostro, al menos así la miraba siempre, la chica con la que choqué aquella vez, se veía un poco desanimada, no fue así hasta que a la larga distancia se dio cuenta de que la miraba, aparté rápidamente mi mirada para así hacer como si ni siquiera sabía que estaba ahí —cosa que claramente era imposible—,la volteé a mirar de nuevo sigilosamente, pero fue un intento fallido, ya no se encontraba en aquel lugar, probablemente ahora se encontraba en aquella oficina de la psicóloga Lucía.

Todos fingimos, fingimos una sonrisa detrás de la tristeza, fingimos que todo está bien cuando nuestra propia mente nos destruye, fingimos que en nuestro hogar todo se encuentra bien... Pero ¿De verdad lo estamos? ¿De verdad estamos bien? No, nos aferramos a algo o alguien tratando de llenar ese vacío... ¿Yo? Ni siquiera me aferro algo, es como no tener sentido vivir, es como no saber ni siquiera porqué estoy vivo.

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Después de un estresante y largo día llegué a mi casa y salí en la noche, quería "despegar mi mente" en lo que iba caminando por la calle noté la presencia de un viejo compañero del instituto al que iba antes, ¿Qué hacía con esa gente?¿Acaso estaba drogándose?  Solo me miró y me ignoró, escuchaba susurros pero no lograba escuchar probablemente estarían hablando de lo ocurrido de mi hermano, no le tomé importancia y seguí caminando a paso lento con las manos en los bolsillo del pantalón negro que llevaba puesto, decidí dar una pequeña vuelta y irme a mi casa ya que en la noche era peligroso salir, aunque eso no me importaba en absoluto pero sabía que a mi mamá si.

EN BUSCA DE LUZ [✔️] Where stories live. Discover now