Capitulo 22

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//𝐄𝐫𝐢𝐜𝐤 𝐌𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫//

Me encontraba en la ciudad, con mi padre, no me había hablado en todo el camino, esperaba que comprara algunas cosas como la cuna que mi mamá había elegido y pequeños armarios para la ropa

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Me encontraba en la ciudad, con mi padre, no me había hablado en todo el camino, esperaba que comprara algunas cosas como la cuna que mi mamá había elegido y pequeños armarios para la ropa.

Revisaba mi celular cada cinco segundos mientras esperaba, esperando a que Emma me respondiera y dijera que estaba bien. La preocupación comenzaba a elevarse cada vez más y en veces esos pensamientos me arrebataban mi tranquilidad cayendo en desesperación.

—Nos vamos ya, dijeron que llevarían las cosas en un pequeño camión—Dijo Henry seriamente.

—Bien.

Se montó en el automóvil, hice exactamente lo mismo. Llevaba música baja de pop, tenía la calefacción del auto puesta ya que la nieve no paraba de caer y el frío abundaba.

—Probablemente llegarán tus tíos mañana.

—¿Enserio? Pero...

—¿De verdad crees que todo lo que dije ayer era cierto?—Dijo riendo sarcásticamente—Ella está embarazada, lo único que quiero es que no se preocupe de que te haga algo. Pero no te soporto.

Sentí que caí en seco, como si me hubiera desarmado poco a poco y luego al sentir el impacto no había nada, absolutamente nada.

—¿Es mentira no?

—¿De verdad lo creíste? ¿Yo en terapias y charlas? ¿Bromeas?—Dijo mientras manejaba. Podía sentir mis manos hervir de cólera, quería desbaratar todo a mi alrededor, pegar gritos y detener el tiempo.

Reí—Lo sé, lo sé. El padre perfecto, ¿no? Es lo que quieres aparentar. Es muy lindo de tu parte—Detuvo el auto poco a poco y me miró—Me preguntó... Si el que hubiera muerto hubiera sido yo culparías a James de esta manera—Detente, Erick, solo detente.

—¿Qué dices? Sabes bien que James no te dejaría morir, tu fuiste el inútil que no pudiste hacer nada—Comenzó a alzar la voz—Puedo asegurarte que estabas tan celoso que...

No dejé terminarlo cuando di un fuerte golpe al asiento—¡Cállate! Tu no sabes nada, ¡No sabes nada!—Mis manos temblaban y había golpeado tan fuerte el automóvil que mis nudillos estaban rotos.

—¿Crees que podría entender a un loco como tú?.

—¡Ya basta!. Solo cállate, mierda. Tienes que arruinarlo todo ¿no?. No... Yo no quería... ¡James era lo único que tenía!—No pasaban autos, el cielo se encontraba muy oscuro y en lo único que pensé fue bajar del auto sin importar nada, sin importar el frío o la nieve, sin importar el lugar o sin importar lo que me pasara.

Bajé y lo mire antes de cerrar la puerta—¡Erick, regresa aquí! ¡Ahora mismo!—Sabía que lo único que le importara era que mi mamá me estaría esperando y no llegaría con él, sin embargo ni siquiera hizo el intento de detenerme, solamente gritaba que volviera mientras yo solamente me alejaba y sentía la fría nieve caer.

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