EN BUSCA DE LUZ [✔️]

Capitulo 11

                    【CAPITULO 11】

//𝐄𝐦𝐦𝐚 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧//

Cuando llegue al pasillo vi a Erick acercarse a su casillero, lo ignoré, me dolía hacerlo, quería hablarle y aunque sea saludarlo, pero después de las amenazas de Mariana tuve que ignorarlo, en realidad no sabia porque me odiaba tanto o porque hacía esto.

Sé que dije que no volvería a dejar que me tratara como una mierda, pero ella sabía con que jugar para que yo cayera a su juego. Me sentía mal, la cólera me invadía, sabía que algún día tendría su merecido.

Sus palabras rondaban en mi mente:

【Pasado:】

Venía bajándome del autobús, Mariana pasó por el mismo lugar que yo.

—Ey Emma, ven—Como la idiota que soy me acerqué a ella lentamente.

—¿Qué quieres?—Respondí de mala gana

—Te maquillaste hoy, hasta te planchaste el cabello—Decía mientras reía, tenía mis puños listos—¿Acaso estas esperando a Erick?—No respondí—¿Que pasa porque no respondes?

—Eso no te incumbe—Tenía que entregarle algo a Erick de Literatura ese era el motivo por el cual lo esperaba.

—Pues claro que sí, tu no eres nadie para Erick.

—Cállate, ni siquiera sabes nada.

—Claro—Dijo con voz burlista—Si él sintiera algo no me habría besado aquella noche, o no bailaría conmigo—Sentí mi corazón hacerse pedazos, lo supuse, Mariana enredaba a cualquiera y Erick calló en su juego, una chica bonita que aparenta ser la persona mas maravillosa, ¿no? Obvio me ganaría.

—No importa, se dará cuenta de la persona que eres en realidad, me das asco—Me empujó haciendo que casi callera al suelo pero me mantuve firme, mucha personas nos miraban esperando a ver quien daba el primer golpe, quise hacerlo pero en eso hablo.

—Quieta, Emma, te conviene, no quieres que tu mamá sepa tu secreto, ¿o si?—Tenía razón, solo respiré y le di la espalda para caminar nuevamente al pasillo.

【Presente:】

Mi madre no se podía enterar que estuve vendiendo droga por dinero.

Mariana lo sabía, el señor que me daba la droga la conocía, no sabía que ella se drogara hasta ese día, el problema es que a ella no le importaba nada, a mi sí, mi reputación, mi mamá no podía enterarse que estuve en lugares como esos por el dinero, no quería decepcionarla.

Mojigata

Eso es lo que me dirían.

Seguí mi camino con la mirada agachada hasta llegar al aula, puse mi bolso en el suelo y traté de prestar atención.