Capítulo 39 (Parte 1)

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Aviso: Como prometí hoy habrá dos capítulos, el siguiente ya está publicado

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Aviso: Como prometí hoy habrá dos capítulos, el siguiente ya está publicado. Les agradezco de corazón el apoyo. Ojalá les gusten ambos. Un consejo, no se pierdan el segundo 😉❤.

 Un consejo, no se pierdan el segundo 😉❤

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Alba y Álvaro se casaron. Sí, en contra de todos los pronósticos ese par se juró amor y firmó su compromiso. Confieso que estaba tan sorprendido que Pao tuvo que darme un discreto codazo para borrarme la mueca de asombro. Aunque siendo honesto, tras analizar la sonrisa de Alba, que pensé jamás vería, reconocí no era un hecho descabellado. Había una verdad absoluta: ambos se querían. Tanto como para creer en un para siempre, para confiar incluso cuando el pasado se había encargado de remarcar no valía la pena. Sí, ya no eran dos jóvenes llenos de sueños, inocentes ante la vida, pero ahí estaban, con todas esas heridas y recuerdos apostando uno por el otro.

¿Se necesita algo más que amor para una vida juntos? Demasiadas cosas, ese es solo el inicio, pero supuse que si Álvaro seguía mirándolo como lo hacía, como si ella se tratara de su mayor sueño, y ella continuaba compartiéndoles sus sonrisas más auténticas, el camino sería más fácil de sobrellevar.

La celebración se llevó a cabo al aire libre, bajo una inmensa carpa cercada con luces. No había demasiada gente, pero no hizo falta para armar un escándalo que debía escucharse hasta la capital. Quise encontrar a Miriam y Arturo, con quien compartiríamos mesa, sin embargo, ni siquiera había empezado del todo la fiesta cuando se detuvo para dar un aviso importante.

Estoy seguro que Alba lo hubiera descartado, pero Álvaro siempre encontraba fascinante gritar a los cuatro vientos que amaba a esa pelirroja que sonrió cohibida a su lado cuando todas las miradas se fijaron en ellos. Estaban los dos al centro, junto a Nico, y a su lado también hallé a Miriam y Arturo. Por un segundo dio la impresión que nadie sabía cómo empezar, intentando encontrar la palabra perfecta, así que chiflé rompiendo la tensión. Funcionó, pero por la mirada que me dedicó Alba imaginé acababa de firmar mi muerte. Le di largo trago a mi bebida, la vida fue buena mientras duró.

—Quiero hacer un brindis —anunció alzando su copa mirando con veneración a su ahora esposa—, por la fortuna que fue encontrar a esta maravillosa mujer en mi vida. Alba, te adueñaste de mi corazón desde que te vi la primera vez y tal como prometí cuidaré del tuyo durante todo el tiempo que la vida nos permita estar juntos.

El club de los rechazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora