5. Un pin.

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CAPÍTULO 5

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CAPÍTULO 5.

UN PIN

ÁLEX

Hoy era el cumpleaños de Briseida y, por lo tanto, quería celebrarlo en el día de hoy con una magnífica fiesta. El cumpleaños de Lee fue hace dos semanas, pero en su momento no pudo celebrarlo porque Zada y yo estábamos ocupados en el hospital. Entonces, decidió que sería una buena idea aprovechar el día de hoy para celebrarlo junto a su hermana. Bueno, más bien se lo recomendó Briseida, ya que a Lee no le iban mucho las fiestas.

Estaba bastante cansado mentalmente para ir a esa fiesta, pero no podía dejar plantada a mi mejor amiga. Me entristeció no haber podido estar ahí el día de su cumpleaños y ahora quería estar con ella para apoyarla. Mi pequeña Lee se hacía mayor y eso me enorgullecía. Sin embargo, por mucho que cumpliera diecisiete años, para mí seguirá siendo esa hermana pequeñita a la que tenía que cuidar y proteger de las amenazas de Riddle Woods.

Me puse mi típico atuendo de diario, camiseta blanca con una sudadera negra encima y unos vaqueros, y fui directamente a la casa de Lee para ayudarla a organizar la fiesta. Dexter vendría un poco más tarde ya que se encontraba con Chase y no queríamos molestarlo obligándolo a venir para ayudar. Veía a mi mejor amigo feliz con ese chico y me alegraba demasiado por él. Cualquier persona, tuviera la orientación sexual que tuviera, tenía derecho de poder ser feliz con la persona que ama sin miedo a las críticas.

Después de unas horas preparándolo todo, la casa de Lee empezó a llenarse de personas. Ellos venían más bien por el cumpleaños de Briseida, ya que los únicos invitados a la fiesta de Lee éramos Dexter, Zada y yo. No obstante, Zada no iba a poder venir porque su hermana no la dejaba venir por protección. Desde que salió del hospital fue así de protectora con ella y era comprensible.

Miré el reloj y Dexter llegaba tarde, como siempre. Él era quien tenía el regalo de Lee y me daba pena que ella no recibiera ninguno mientras que su hermana estaba abriendo todos sus obsequios. Lo llamé varias veces para que aligerara el paso y, después de gran rato, llegó a la fiesta. Apareció por la puerta de la casa de Lee todo espelucado.

—Llegué —confirmó él con la respiración agitada—. Después de correr como un puto loco, llegué —sonrió.

—Tarde —le recordé de broma.

Lo abracé y él seguidamente felicitó a Lee mientras le daba un abrazo. La bolsa con los regalos aún seguía en sus manos y le dio sin querer a Lee en la cabeza al intentar rodearla con sus brazos.

—Si querías matarme, solo tenías que decírmelo —manifestó ella, sobándose la cabeza—. Uy, ¿eso qué es? —preguntó cuando se percató de lo que había dentro de la bolsa y quitó la mano de su cabeza enseguida.

Escorpion [SUSAC#2]Where stories live. Discover now