31. Corre.

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CAPÍTULO 31

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CAPÍTULO 31

CORRE

TORI

Mis piernas empiezan a correr inconscientemente por un pasillo oscuro. No sabía de qué estaba escapando, pero mi interior experimentaba un sentimiento parecido al miedo. Tampoco tenía idea de dónde me encontraba. Solo sabía que estaba corriendo por un pasillo que apenas tenía luz y que tenía las paredes de madera oscura. Poco a poco pude ver un poco de claridad gracias a unas ventanas que aparecían a mis laterales, pero seguía sin saber dónde me encontraba.

El terror no se iba de dentro de mí y menos aún cuando volví a escuchar ese grito desgarrador. Mi clon no paraba de perseguirme con un trozo de cristal en sus manos. Ella no corría como yo, sino que se encontraba andando tranquilamente. Mas cada vez que miraba hacia atrás, la veía caminando detrás de mí por muy lenta que ella anduviera, como si mis piernas no corrieran lo suficiente rápido para huir de ella.

Apareció una puerta en mi campo de visión y corrí hasta ella. Me adentré en la habitación y cerré la puerta tras de mí. Ahora me encontraba en una clase, o eso parecía ser. En la pared de mi derecha había una gran pizarra y, delante de ella, un escritorio, el cual estaba posicionado de cara a varios pupitres individuales.

Las ventanas que había en la pared, situada enfrente de la puerta, mostraban un exterior oscuro con árboles sin hojas. Afuera el viento soplaba con fuerza y el cielo experimentaba un tono sombrío y apagado con nubes moradas. Dos puntos violetas resaltaron entre los árboles y, curiosa, me acerqué lentamente a la ventana para analizarlos mejor. Una chica de cabello castaño y ojos brillantes de color violeta se mostró ante mis ojos. En cambio, no podía ver su rostro.

Me tuve que tapar los oídos cuando escuché un ruido bastante molestoso. Me giré, alarmada, y mi clon estaba pasando la punta del cristal por la pizarra mientras que se acercaba a mí con lentitud. Iba a rodearla para escaparme de sus garras, pero la puerta por la que entré desapareció. Observé mi alrededor, asustada, y vi otra puerta al final de la clase. Cuando mi clon se encontraba delante de mí, corrí y abrí esa puerta para adentrarme en su interior. No obstante, solo era un cuartillo del material sin salida.

Seguí escuchando los pasos de mi clon y di tres pasos hacia atrás, estampándome contra una estantería. Los productos de limpieza se cayeron al suelo, el cual, de repente, empezó a agrietarse. Los tablones de madera del suelo crujieron y empezaron a temblar y a levantarse, hasta crearse un agujero negro. Me pegué a la estantería para no caerme, pero las paredes empezaron a juntarse, activando mi miedo a los lugares estrechos. Salté al otro lado del agujero para salir por la puerta de nuevo. Mas alguien la abrió antes por mí, empujándome al vacío.

«Alex...», pensé.

Él me prometió que me iba a salvar cada vez que no lograra saltar el precipicio y justo en ese momento sentí sus manos sujetándome. Su cabellera rubia le impedía poder ver bien, pues al estar mirando hacia abajo, los pelos le cubrían los ojos. Él hizo fuerzas para ayudarme a subir.

Escorpion [SUSAC#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora