Escorpion [SUSAC#2]

13. El traidor.

CAPÍTULO 13

EL TRAIDOR

TORI

Aguijón Verde me pidió que abriera la puerta y le hice caso. Me levanté de la silla y caminé hasta la puerta para abrirla. Como si el destino me quisiera joder, Zyon apareció delante de mis ojos otra vez.

—Buenas, Kami —me saludó con la típica sonrisa pillina en la cara.

—El que faltaba... —bufé.

Rodé los ojos y un largo suspiro salió por mi boca. Me giré, dándole la espalda, y volví a mi asiento con mal humor para volver a sentarme. Me apoyé en el respaldo de la silla y crucé mis piernas y brazos con los ojos posados en Aguijón Verde.

—Yo también me alegro de verte —expresó con una pequeña carcajada y se acercó a nosotros—. ¿De qué hablabais? —preguntó y se colocó a mi lado de pie.

—Victoria me iba a contar la pesadilla que tuvo —le contestó Aguijón Verde.

—A él precisamente no se la voy a contar —maticé, mirándolo con cara de asco.

—Tranquila, como si yo no estuviera —manifestó Zyon, aún sonriendo, y se cruzó de brazos.

—Tranquilo —lo repetí—, para mí no existes —manifesté con una sonrisa vacilante, provocando otra de sus miles carcajadas.

—Parad ya —ordenó Aguijón Verde, cansado de nuestras peleas—. Explícame qué viste exactamente en esa pesadilla, Victoria. Puede ser una pista que nos resulte muy útil.

—No sabría qué decirte exactamente... Solo recuerdo los ojos de color violeta de la chica —conté, ignorando por completo la mirada de Zyon en mí—. No me acuerdo de mucho más.

—¿Identificaste a la joven? —interrogó Zyon.

—¿Te crees que conozco a todo el mundo? —cuestioné con una ceja arqueada y alzando la cabeza para mirarlo.

—Victoria —dijo Aguijón Verde con tono de advertencia.

—No vi a la chica —declaré, mirando a Zyon con rabia. Luego, posé los ojos en Aguijón Verde—. Tenía puesto en la cabeza un casco raro por el que salían muchos cables. Solo se le veían los ojos, que de un momento a otro brillaron. De esa forma, pude ver el color violeta que te comenté.

—Ojos color violeta... —murmuró Aguijón Verde y, con los brazos cruzados, alzó la mano derecha para tocarse la barbilla.

—Eso es nuevo —musitó Zyon, quien también tenía la mirada perdida, como si estuviera pensativo.

—Han logrado crear otro bando —aseguró Aguijón Verde, mirando a Zyon—. No puede ser otra cosa.

—¿Otro bando? —pregunté, confusa.

—Sí —respondió Aguijón Verde—. Como te dije antes, cada color de ojo tiene unos poderes en específico. El azul se asocia a la mente, el marrón al físico, pero... —hizo una mueca con la cara, arrugando la frente—. ¿el violeta? Ese color es nuevo.

—Quizás hayan logrado crear una nueva criatura sobrenatural —intuyó Zyon con el semblante serio—. Tú conseguiste convertirte en un hombre escorpión.

—Te querían a ti —susurró Aguijón Verde, ignoraron lo que dijo Zyon.

—¿A quién? —me atreví a preguntar.

—A ti —repitió con la mirada perdida y su respuesta me sorprendió.

—No, a quien querían era a Alex —corregí al recordar las confesiones de Barnett.