12. Uvarovita.

47 8 0
                                    

CAPÍTULO 12

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 12

UVAROVITA

TORI

Mi cara se descompuso al ver a Zyon delante de mis ojos. No podía explicarme qué hacía él en este lugar, concretamente en la guarida de Aguijón Verde. Mi cabeza no podía procesar que él fuera un integrante de los Escorpiones. Es verdad que sus tatuajes podrían delatarlo, ya que tenía casi todo el cuerpo cubierto por esa tinta negra, pero... No, no me lo podía creer. Los Escorpiones llevaban años desaparecidos y no se mostraban a la luz, solo se ocultaban bajo la profundidad de las tinieblas de la tierra para que nadie pudiera encontrarlos. Era imposible que Zyon perteneciera a esa banda callejera.

—¿Qué haces tú aquí? —inquirí y tragué saliva.

—No, no, no, aquí el único que puede preguntar eso soy yo —indicó con una mueca—. ¿Qué haces aquí, Kami?

Junté mis cejas y miré en buscas de respuestas a Aguijón Verde, quien nos estaba observando con los brazos cruzados.

—¿Conseguiste que te hiciera caso? —le preguntó Zyon a Aguijón Verde y este asintió.

Fruncí aún más el ceño sin comprender qué estaba pasando. No me fiaba de Zyon y si era miembro de los Escorpiones menos aún confiaría en ellos. Por un momento pensé que todo esto podría ser una trampa para capturarme o para juntarme con Zyon, ya que él me pidió ayer que fuera con él para hablar sobre unas cosas. Me parecía bastante surrealista que Aguijón Verde hiciera de mensajero solo para que Zyon tuviera lo que quería. No creo que Aguijón Verde se rebaje al nivel de obedecer las órdenes de Zyon.

—O sea, a mí, que me conoces, no me haces caso y... ¿a un desconocido sí? —cuestionó Zyon y soltó una carcajada—. Qué atrevida te volviste, Kami.

—¿Qué está pasando aquí? —interrogué, confusa.

—De una forma u otra necesitaba hablar contigo, Victoria —empezó a explicar Aguijón Verde a mi lado—. Zyon me comunicó que se conocíais de antes y pensé que él te traería hasta aquí con más facilidad.

—Pero sigues siendo igual de cabezota y tuviste que hacerle caso al desconocido con pintas de asesino —dijo Zyon y pasó su brazo por la frente para quitarse el sudor—. Impresionante, Kami —rio.

Zyon caminó hasta unos muebles que había a mi izquierda y tomó una camiseta negra de tirantas para colocársela.

—No estoy entendiendo nada —comuniqué con el ceño fruncido.

—Qué raro —expresó Zyon, acercándose de nuevo a nosotros—. Con lo inteligente que eres...

—Cállate, Zyon —le ordené con la voz firme.

—Parece que no se lleváis muy bien —intuyó Aguijón Verde con los brazos aún cruzados.

—De maravilla —manifestó Zyon, colocando su brazo sudado sobre mis hombros, y esbozó una sonrisa.

Escorpion [SUSAC#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora