27. La verdad.

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CAPÍTULO 27

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CAPÍTULO 27

LA VERDAD

TORI

Vivian estaba plantada delante de nosotros, observándonos con expresión de decepción. Tenía un brazo cubriendo su barriga y el otro, que era el que tenía las llaves, estaba encima posicionado hacia arriba. Cerró el puño con fuerzas, guardando las llaves en el interior de su mano, y se fue de la cocina tras echarnos unas últimas ojeadas a ambos.

Miré a Alex y él a mí. Los dos teníamos la misma cara de sorprendidos.

—Tengo que ir a hablar con ella... —murmuré, aunque no muy convencida, ya que por una parte no quería ver a Vivian mal, pero por otra tampoco quería que le pasara nada a Alex.

—Ve... —dirigió su mirada hacia la puerta de la cocina—. Y corre, porque creo que se va a ir de la casa.

Justo en ese momento un portazo se escuchó e intuir que provenía de la 'puerta principal.

Asentí y me dirigí hacia el salón, pero me detuve antes de traspasar la puerta. Volví sobre mis pasos y me acerqué a Alex. Lo miré a los ojos y, cuando vi que los suyos estaban algo tristes, lo abracé para tranquilizarlo. Él correspondió el abrazo y me apretó fuertemente entre sus brazos, como si no quisiera perderme.

Al separarme, salí con gran rapidez de la casa y busqué a Vivian por la calle. No tardé mucho, ya que su coche estaba enfrente de la casa y ella se encontraba en su interior con la cabeza apoyada en la ventana.

El suelo de la calle estaba cubierto de nieve, al igual que los árboles. El viento soplaba fuerte y el cielo daba a entender que iba a volver a llover. Bueno, más bien, iba a volver a nevar, ya que las temperaturas seguían bajo cero y yo me estaba helando con solo el albornoz puesto.

Crucé el pequeño jardín delantero, que solo constaba de un camino de piedra, y me acerqué al coche de Vivian. Le di unos toquecitos a la ventana para llamar su atención y ella giró la cabeza. Sus ojos no mostraban enfado como creía, sino tristeza y dolor. Vivian bajó la ventanilla y evitó mi mirada.

—¿Por qué no entras y lo hablamos mejor los tres? —le sugerí.

Ya no solo quería escapar de este frío, sino que también quería que Alex estuviera presente por si yo pudiera ayudarlos a arreglar algo de los dos como hermanastros.

—¿El qué quieres aclarar, Victoria? —cuestionó sin mirarme, puesto que miraba hacia el frente.

—Lo que acabas de ver...

—No soy tan tonta como para saber que te estás follando a ese imbécil para que tenga que hablarlo con ustedes —dijo con el tono frío.

—No lo llames así, Vivian —intenté defenderlo pero con suavidad, para que no le afectara.

Escorpion [SUSAC#2]Where stories live. Discover now