21. El vagabundo.

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CAPÍTULO 21

EL VAGABUNDO

TORI

El agua empezaba a inundar mis pulmones, dejándome sin respiración. Intentaba salir de dónde estuviera, ya que solo veía agua a mi alrededor. Bueno, en realidad, ni siquiera sabía si estaba debajo del agua, pues todo estaba bastante oscuro. Solo sabía que mis pulmones pedían con urgencias oxígenos y que no tocaba suelo. No obstante, cuando abrí sin querer un poco la boca y algo de agua se metió por mi garganta, pude asegurar que mis teorías eran ciertas. Estaba debajo del agua y apenas podía ver nada.

De pronto, oxígeno llegó de la nada a mis pulmones y por fin se volvió normal mi respiración. En la distancia, pude ver una luz encendiéndose. Achiqué los ojos para averiguar qué era y poco a poco pude ver algo. Era como un holograma que se acercaba a mí. Había un chico de espaldas a mí que estaba haciendo unos movimientos bruscos. Nadé un poco en el agua para cambiar de perspectivas y verlo mejor.

En ese momento me atraganté con el agua al ver a un chico, con el cabello rubio sobre su frente y unos ojos completamente negros, es decir, Alex. Estaba estrangulando a una figura que se parecía a mí. Dejó una de sus manos en el cuello de la chica, para sujetarla, y la otra la llevó a su pecho. Justo en el momento que arrancó su corazón de cuajo y grité del susto, alguien me tomó de la camiseta y me elevó hacia arriba, sacándome de debajo del agua.

La persona que me tenía sujetada de la camisa me soltó en el suelo y empecé a echar toda el agua que había tragado por la boca. Abrí los ojos y vi el charco delante de mis ojos. Me encontraba en el mismo callejón de antes, pero esta vez las luces de la calle principal estaban encendidas y no había ninguna chica que se pareciese a mí acechándome con la mirada.

—Te dije que te quedaras quieta —refunfuñó Aguijón Verde a mi lado.

Aguijón Verde se encontraba con las piernas completamente flexionadas, como si estuviera sentado en el suelo, pero apoyándose en los talones.

Miré hacia los lados, aturdida y con la respiración agitada.

—¿Qué ha pasado?

—No lo sé —murmuró Aguijón Verde, observando el lugar—. La verdad... no lo sé.

—Esta-estaba den-dentro de ese char-charco —me costaba hablar por el susto y la respiración agitada.

Aguijón Verde volvió a meter la mano en el charco y cuando la sacó, tenía tierra en sus manos, la cual tiró al suelo de manera brusca. El charco ahora era normal.

—¿Qué fue exactamente lo que pasó, Victoria? —interrogó sin parar de vigilar nuestros alrededores por si había alguna amenaza.

—Escuché a alguien cantando y seguí la voz, la cual me atrajo hasta aquí. Había una chica en este charco y ella... ella se parecía bastante a mí... E-era yo —expliqué, alucinando con lo ocurrido.

Si Aguijón Verde fue testigo, eso significaba que no era una visión y que esa chica y el charco eran de verdad.

—¿Esa chica eras tú? —cuestionó, confuso.

—Sí... Tuve una pesadilla igual en la que esa chica aparecía y me acusaba de asesina.

—Joder —se quejó y se levantó del suelo.

—¿Qué pasa? —intenté indagar y me levanté del suelo también.

No quería que me dejara con las dudas para protegerme después de enterarme de casi todo. Ahora que me había adentrado en el mundo de los Escorpiones, Aguijón Verde tenía que confiar en mí. Además, una chica clavada a mí me estaba persiguiendo. No sabía si era para matarme o para qué.

Escorpion [SUSAC#2]Where stories live. Discover now