(K) La teoría del caos

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De todas las cosas que esperaba que me pasaran en la vida, la última que tenía en mente era volverme víctima de la peor palabra del mundo. La que persigue a todos y te atrapa en ese ciclo vicioso entre ser nueva y ser vieja.

Un cliché. Mi vida era un patético cliché.

Y todo gracias a un mensaje. Un mísero mensaje que me cambió la vida.

OCHO MESES ANTES

Alguien debería poner letreros en las tiendas de conveniencia que digan: "No se vende alcohol a personas despechadas". No como obligación, pero debería ser una cortesía. ¿Saben la cantidad de estupideces que hacen las personas con el corazón roto? ¿No? Bueno, yo tampoco, pero si son como yo, definitivamente tienen que ser muchas.

Claro que a ellos probablemente no les convendría, es decir las personas despechadas por lo general tienden a caer el cliché de comprar alcohol para ahogar las penas. Y por si no es obvio, eso significa muchas ganancias para dichas tiendas.

Prueba número uno para probar este punto: Yo, Kara Danvers, entrando a una tienda de conveniencia a las...

(Volteo a ver a mi reloj de muñeca)

... 2:47 AM para comprar una botella de tequila porque mi exnovio me dejó por mensaje de voz.

¿Dónde estaba?

Ah, sí. Alcohol.

Entro a la tienda esperando a que suene la campanita anunciando mi llegada y al estar dentro, mis pies se encaminan a un lugar específico: El pasillo del alcohol.

Cuando llego, busco en todos los estantes hasta que encuentro la botella que será mi mejor amiga de la noche. La tomo entre mis manos y de repente, antes de poderme ir a la caja, un tipo que está en el mismo pasillo que yo, me habla: —Si vas a emborracharte por despecho, llevar esa botella es el peor error que puedes cometer.

—¿Disculpa? —respondo. ¿Qué diablos hace un extraño hablándome a las tres de la mañana en una tienda?

—¿Estás llevando el alcohol más caro de la tienda y es para llorarle a tu ex? —pregunta retóricamente. —No, cariño. Tienes que llevar este.

El tipo coge una botella de otro estante que tiene una etiqueta que dice que cuesta $12.00. Miro mi botella y su etiqueta... $65.00.

Vaya, realmente soy una estúpida si gasto tanto para emborracharme por alguien como mi ex.

—Bien, me tienes. Me llevaré esta —tomo la botella de sus manos.

—Es la mejor decisión del mundo —responde sonriendo. Sin decir otra palabra, comienza a caminar y en menos de diez segundos, ya no está.

No soy la única que encuentra eso raro. ¿Verdad?

Agito la cabeza y prosigo mi camino a las cajas de la tienda. Veo los estantes de golosinas y tomo un paquete de chicles para mi hermana. Justo en ese momento mi celular suena.

LLAMADA ENTRANTE...
Big Sister

—¿Qué?

—¿Por qué diablos te tardas tanto? —Es lo primero que dice con su tono de "Ya me aburrí, apúrate".

—Estaba buscando una botella que no gritara: "Estoy a punto de emborracharme porque mi ex me dejó por mensaje de voz", dame un descanso, ¿sí?

Mi hermana se ríe al otro lado de la línea y luego, habla: —Solo sal ya, ¿sí? Harán maratón de la décima temporada de Grey's Anatomy y como me pierda un capítulo, te arranco los mechones rubios del cabello.

ROMA SIN TI | SUPERCORPWhere stories live. Discover now