🔊 Audiencia preliminar

5.5K 498 121
                                    

Lena

Tic toc tic toc tic toc

Las agujas del reloj parecen avanzar con una extrema lentitud. Tanto que incluso me cuestiono sí realmente sirve el aparato que marca las horas. Parece que ha estado estático en el número doce desde hace muchísimo tiempo.

-¿Estás bien? -pregunta Laurel poniendo su mano sobre la mía que se encuentra encima del escritorio en la oficina de mi casa.

-No lo sé. No lo creo. Creo que voy a vomitar.

-¿Quieres que llame a Andrea o a Sam?

-No. No. Ninguna de las dos está al tanto de esto -musito con la mandíbula tensa.

-¿Ninguna... de las dos? -cuestiona Laurel sorprendida.

-¿Por qué te impresiona?

-Bueno... en la universidad siempre fueron como uña y mugre, las tres. No lo sé. Se me hace extraño que no les comentes nada al respecto.

-El problema F no es algo que les incumba -refuto encogiéndome de hombros.

-Len... -comienza mi amiga. -No se trata de si les incumbe o no. Se trata de que son tu red de apoyo y en esta situación, la necesitarás más que nunca.

-No. Aún no.

-Len... -repite con tono de advertencia.

-Laurel... -copio su acción. La chica suspira y niega con la cabeza.

-Está bien. Como tú quieras.

-Gracias -comento después de unos minutos en silencio.

-No hay de qué.

La chica devuelve su vista a los documentos en sus manos. Por un momento, me tomo el tiempo de analizarla despacio. Su pierna está cruzada sobre la otra en una postura elegante como solo Laurel sabe lucir.

Su atuendo es tan sofisticado como ella. Es la vestimenta clave para el día en el juzgado que nos espera. Denota de manera exacta la seriedad y poder que su personalidad tiene.

Cuando termina de leer el documento, observa su reloj de muñeca y alza la vista pensativa.

-Creo que es hora de irnos -establece con determinación.

-¿Ya? Apenas es la una -replico tragando saliva.

-Lo sé, pero necesito hablar con el fiscal antes de comenzar la audiencia.

Suelto un suspiro pesado y asiento antes de levantarme de mi silla.

Laurel me da una pequeña sonrisa y comienza a guardar los documentos que va a necesitar más tarde.

***

El imponente edificio del ayuntamiento me da la bienvenida y me genera un escalofrío. Es enorme. Lo irónico del caso es que al entrar en él, el espacio se siente diminuto y me genera una sensación de asfixia con la que no sé cómo lidiar.

En la entrada, esperamos a que nos revise el guardia de seguridad para demostrar que no llevamos ningún arma o instrumento de riesgo. Cuando ya pasamos la revisión, Laurel toma mi mano con delicadeza y le da un apretón.

No puedo terminar de enumerar las razones por las que estoy agradecida de que esta chica sea mi abogada. Es literalmente la mejor en su campo.

A este punto, creo que me encuentro en modo piloto automático porque cuando menos lo espero, Laurel ya me ha arrastrado a la sala privada que tienen las partes involucradas de la audiencia.

ROMA SIN TI | SUPERCORPTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon