(L) Cómo hacer que tu jefa te odie en un sencillo paso

4.9K 443 151
                                    

UNA NOCHE ANTES DEL ENCUENTRO

—Este... este definitivamente acentúa más sus curvas.

—Pero el color... el color es demasiado fuerte... —dice Sam poniendo su mano en su mentón cómo analizando el vestido que Andrea sacó de mi armario.

—Tienes razón, el color opaca sus ojos —responde la ojiazul cuando observa bien la prenda de vestir.

—Chicas...

—¿Qué tal este? —pregunta Sam sacando un traje de seda de cuerpo completo color verde olivo.

—Uh, para el lugar al que vamos se mira poderoso —Andrea asiente dando su aprobación mientras inspecciona el atuendo.

—Chicas... —repito con más fuerza.

—Aunque... no lo sé, parece... un poco formal —responde Sam. —Se mira como si fuera a una reunión de trabajo.

—Cierto, van a pensar que es una aburrida que no sabe divertirse... Oh, espera. Sí es una aburrida que no sabe divertirse —se burla la ojiazul rebuscando más atuendos entre las prendas que hay dispersas en la cama.

—Si se dan cuenta de que estoy aquí, ¿cierto? —objeto cruzándome de brazos.

—Tu opinión no cuenta.

—¿Disculpa? —me quejo ante sus palabras.

—Len, estamos haciendo esto porque te amamos. Y queremos verte bien —dice Andrea caminando al armario para sacar más ropa.

—¿Y cómo harás eso exactamente?

—Bueno... para empezar, iremos a Versace. Te dejaremos en la barra para que atraigas a alguien con tu apelativo sexual y... —la chica hace una pausa dramática y luego exclama: —¡BAM! Terminas la noche en la cama de una chica ardiente y atractiva.

—No. DEFINITIVAMENTE NO —me quejo fuertemente. —Tengo una reunión con los jefes de departamento mañana a primera hora y no quiero amanecer resacosa.

—Sam, dile a Lena que no tiene que beber para conseguir una cita.

—Sam, dile a Andrea que no es necesario que tenga sexo para ser feliz.

—Sam, dile a Lena que...

—Basta, las dos —Sam se queja rodando los ojos. —¿Por qué diablos están peleando por esto?

—Por nada —replicamos las dos al mismo tiempo.

Sam nos lanza una mirada inquisitiva, pero no presiona. Lo cual me parece maravilloso porque lo último que necesito es que sea partícipe de la tensión entre la ojiazul y yo. Además, no estamos peleando. Es solo una pequeña diferencia de opiniones.

—Vamos, Len... ¿Sí? —suplica la ojimarrón esta vez. Ella hace un puchero que siempre me termina convenciendo y yo exaspero pesado.

—No más de las once... y no iré con nadie a tener sexo —pongo mis condiciones sabiendo que está de más pelear con Andrea cuando algo se le mete a la cabeza.

—Gracias —murmura Sam sonriendo con cariño.

"¿En qué me metí?", pienso para mí misma cuando miro a Andrea salir de mi armario con más ropa que antes.

***

Después de lo que parece una eternidad, Andrea por fin encuentra algo en mi guardarropa digno de una noche de copas, según ella.

Es un vestido de seda con tirantes finos color negro. No me puedo quejar porque es realmente uno de mis mejores atuendos para salir de fiesta.

Sin embargo, si hay algo que amo más que vestirme bien, es calzar buenos zapatos. Aunque en mi armario hay una absurda cantidad de ropa, probablemente hay el triple de pares de zapatos porque es algo que no puedo evitar.

ROMA SIN TI | SUPERCORPOù les histoires vivent. Découvrez maintenant