Dios de la matanza

Capítulo 1: Renacido en otro mundo

Shi Yan se despertó sobresaltado. Su cabeza palpitaba de dolor, como si estuviera llena de plomo y se sentía extremadamente pesada.

Una vez que el dolor disminuyó levemente, se encontró en una cueva de piedra con poca luz que era del tamaño de una cancha de baloncesto. Montones de huesos estaban esparcidos por todo el lugar, y una docena de cadáveres cubiertos con ropas extrañas yacían a su lado. La ropa parecía nueva y brillante. Como si estas personas hubieran muerto recientemente.

"¿Dónde está esto? ¿Siguen siendo las Bahamas?"

Shi Yan, de 27 años, era un loco fanático de los deportes extremos. Su madre murió temprano, mientras que su padre murió de cáncer en el mejor momento de su vida. Pero, había ahorrado una fortuna trabajando toda su vida. Esto lo dejó con una gran cantidad de riqueza que nunca podría usar en su vida.

Poseía muchas cosas a una edad temprana, que otras personas perseguirían durante toda su vida.

Aunque joven y rico, no tenía metas futuras, lo que lo hizo infeliz durante mucho tiempo.

A la edad de 17 años, tuvo su primera experiencia con los deportes extremos, lo que le produjo una emoción indescriptible. Dada su gran riqueza, podía practicar estos deportes tanto como quisiera, que la gente común no podría permitírselo.

Los deportes extremos tradicionales, como la escalada libre, el bungee con cocodrilo, el paracaidismo a baja altura, el patinaje volcánico, el salto desde acantilados y el patinaje limbo, le brindaron el mayor disfrute y placer.

La emoción de estar al borde de la muerte lo vigorizó y le hizo hervir la sangre.

En diez años, había probado todo tipo de deportes extremos más peligrosos debido a los cuales su cuerpo era extraordinariamente fuerte. Cientos de experiencias cercanas a la muerte hicieron que sus nervios fueran tan duros como el acero. Una vez bromeó diciendo que era el hombre más cercano a Grim Reaper.

La exploración del agujero azul en las Bahamas fue su viaje de deportes extremos más peligroso. Algunos de estos agujeros azules tenían cientos de metros de profundidad, mientras que otros eran complejos como laberintos. Además, cada pequeño movimiento podría remover la arena en el fondo de la cueva. No importa qué tan brillante sea su luz, no podrá ver nada frente a usted.

Incluso si era un buceador experimentado, tenía que usar un cable de acero antes de saltar a un agujero azul. El alambre de acero era el salvavidas de los exploradores, y su longitud decidía la distancia que podían recorrer los exploradores. Ir más allá de esa distancia equivalía a suicidarse porque nadie salía de ese laberinto sin un cable de acero. Según las estadísticas del Instituto Marítimo de las Bahamas, hubo un promedio de 20 muertes relacionadas con el buceo en cuevas en el agujero azul, la mayoría de las cuales murieron por perder la dirección.

En esta peligrosa aventura extrema, Shi Yan tiró su cuerda de salvamento; el alambre de acero, entrando en una aventura suicida, y finalmente se perdió en el misterioso agujero azul.

Y en el agujero azul, perderse significaba una muerte segura.

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Shi Yan yacía colapsado en el suelo rocoso helado, mirando a su alrededor con la ayuda de una luz tenue proveniente de las paredes de la cueva. En su mente, aparecieron algunos fragmentos de memoria que no le pertenecían.

Este era el recuerdo de otro Shi Yan ...

Ese chico tenía 17 años y se llamaba él mismo. Le atraían las antigüedades y estaba obsesionado con todo tipo de restos históricos; debido a un mapa antiguo, se esforzó durante medio año y finalmente llegó aquí con sus guardias.