2

590 70 14
                                    

—¿Tienes hambre? —me pregunta mi madre asomando su cabeza por mi puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Tienes hambre? —me pregunta mi madre asomando su cabeza por mi puerta.

—Bastante.

—Entonces a la mesa —me sonríe —la cena ya está lista.

Dejo mi cuaderno negro sobre mi velador y me voy al baño a lavar las manos. Al llegar a la mesa, mi madre ya tiene mi plato servido, por lo que rápidamente me llevo el tenedor a la boca.

—¿Qué tal tu día? —me pregunta mamá.

—Supongo que normal —me encojo de hombros, aunque no sé si llamar normal a lo que descubrí gracias a Alan —¿Qué tal tu día, Walker? —ella voltea los ojos al escuchar que la llamo por su apellido.

—Agotador.

—Siento que esa es una indirecta para mandarme a lavar los platos —suelta una risita —el último año es bastante agotador.

—Yo logré sobrevivir al último año contigo en mi interior, así que no creo que vayas a reprobar por lavar dos platos.

—Punto para ti —volteo los ojos —yo lavo —pero mañana te toca a ti.

—Como digas, Brunito.

Ambos terminamos de comer de manera rápida, ya que al parecer no solo mi estómago estaba vacío, sino que el de ella igual.

—Me iré a la cama —informa mi mamá —hoy fue un día de locos —se pone de pie para acercarse a mí y dejar un beso en mi cabeza —te amo.

—Yo no —me río.

—Odioso —murmura.

Antes de que se vaya, la rodeo con mis brazos, dejando mi cabeza apoyada en su estómago. Ella acaricia mi cabello y eso me hace sonreír.

—Sabes que te amo —digo después de un rato.

—Lo sé —dice aún acariciando mi cabello.

—Ve a descansar —me despego de ella.

Me da una última sonrisa y luego camina en dirección a su habitación. Sarah Walker es mi debilidad, puedo ser un idiota, molesto, estresante y cualquier característica negativa que existe, pero cuando estoy solo con mi madre, esa coraza se pierde. Reconozco que me gusta intentar cabrear a mi mamá, pero también me gusta ser su bebé, me encanta que me trate como un niño pequeño y me llene de amor. Ella tuvo que hacer todo de manera doble, porque crecer sin un padre significó más carga para mamá, más sacrificio, más desvelos y tuvo que madurar bastante rápido. Estoy agradecido de mi tío Theo y de Neels por ayudar a criarme, pero ni ellos ni nadie sabe cómo se sentía mi mamá en las noches.

Dejo de lado mi sonrisa de bobo, la cual pongo siempre que pienso en el ejemplo que tengo de madre, y me levanto a recoger los platos y lavarlos.

Me voy a mi habitación para ponerme el pijama, porque se está haciendo tarde, aunque ni siquiera tengo ganas de dormir, pero si tengo bastantes ganas de escribir lo que tenía en mente antes de que mamá me llamara a comer.

Las Notas De Bruno #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora