Las hojas en blanco eran mi refugio, dejar mis pensamientos a través de las letras me mantenía cuerdo por la vida. Las notas de Bruno eran mi verdadero yo, sin embargo, de un momento a otro ella comenzó a llenar mis hojas en blanco con su sonrisa, p...
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Me subo al auto para ir camino a la casa de Emma y luego a la de Fallon, ya que si se decidió a invitarla.
Al igual que la vez anterior, Emma está escondida junto al muro con su sudadera de capucha negra y sube de manera rápida al verme, lo que me deja en claro que esta vez tampoco pidió permiso, así que me apresuro para ahorrarle problemas.
—Hola —saluda Fallon de manera animada cuando la pasamos a buscar —no entiendo mucho de fútbol, pero me gusta como se ven los chicos sudados.
—¿Te gusta ver a los cavernícolas? —pregunto mirando de reojo a Emma, quien niega divertida.
—Se ven guapos bañados en sudor —asoma su cabeza entre los dos asientos delanteros —aunque también asquerosos.
—Gracias, ahora me sentiré asqueroso —le digo.
—Solo digo la verdad —se ríe —me explicas la ciencia de cómo llegan a la final.
—Son 8 equipos —le digo —hoy es el primer partido donde juegan dos de ellos, incluidos nosotros —le explico —este primer mes serán dos equipos por viernes, luego de eso vienen los 4 equipos siguientes de dos en dos, a sorteo, pero las fechas se reordenaran debido a las vacaciones.
—Significado ¿Qué ahora no juegan hasta dentro de un mes?
—Exacto —le doy la razón a Fallon.
—Y lógicamente, luego vendría los finalistas. Aunque los equipos que van perdiendo irán jugando entre ellos para ir ordenando la tabla de posiciones.
—¿Ganan algo aparte del triunfo? —pregunta Emma.
—Dinero —me encojo de hombros —una cuota para que el colegio invierta en el equipo.
—Deberían invertir más en el programa de música —murmura Emma.
—Deberían participar en competencias —le sugiero —el maestro de música es tan aburrido que no sale de su zona de confort.
—En eso tienes razón —dice Fallon comiendo un chocolate que ni siquiera sé de donde sacó.
Como yo no tengo ni idea de música, me dedico a conducir y las dejo conversando solo a ellas. Es extraño ver a Emma conversar tan animadamente con Fallon, porque llevamos poco más de un mes conociéndonos y sigue siendo una pesada cuando se le da la gana, pero luego de la personalidad que saco en la fiesta en casa de Clemente, creo que es agradable y solo intenta hacerse la odiosa conmigo.
—Fallon —llamo a la castaña antes de que siga avanzado.
—¿Sí?
Abro mi bolso y saco una cámara profesional de dentro. Me la regaló mi madre hace dos años, porque ella dice que hay que intentar capturar los momentos, pero como yo no sé usarla muy bien la mantengo guardada.
