43

415 53 52
                                    

Por minutos me siento vacío sin entender con claridad las ideas vagas que rondan por mi cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por minutos me siento vacío sin entender con claridad las ideas vagas que rondan por mi cabeza...

═══════ ~ ◈ ~ ═══════

Es medio día y estamos por ir a almorzar luego de darnos una ducha para quitarnos el sudor que nos quedó del partido de esta mañana. Alan dijo que enviaría un mensaje avisándome lo que necesito, pero aún no pasa nada.

—Llamaré a Alan —le digo a Clemente.

—Deja de ser tan paranoico —voltea los ojos —Te enviará un mensaje cuando sea necesario.

—Debió ser hace 5 minutos.

—Quizás hubo un pequeño retraso —se encoge de hombros.

—Lo llamaré —repito.

—Ni siquiera sé para qué intento detenerte —murmura.

Busco el número de mi mejor amigo y lo marco. Espero hasta el segundo tono, lo que a mi parecer es infinito, pero contesta.

—¿Llegó?

No —responde el rubio —Ella está en su casillero y estoy vigilando que llegue.

—Ponlo en altavoz —dice Clemente, a lo que hago caso —Dile que llegó, así se calma un poco. Ya me está estresando.

Llegó.

—¡Claro! —volteo los ojos —síguele el juego al estúpido de Clemente.

Hablo en serio —habla en voz más baja —Entró un repartidor acompañado del portero y ahora la está haciendo firmar.

—¿Entonces sí llegó?

Cambiaré a videollamada.

El celular se ilumina dejando ver el rostro del rubio, quien rápidamente cambia de cámara apuntando a Emma, quien está con una pequeña caja entre sus manos mientras un tipo de gorra se aleja de ella junto al hombre que está encargado de abrir y cerrar el colegio.

—¿Contento? —pregunta dejando ver su rostro nuevamente.

—Solo espero que le guste —suelto un suspiro.

—No sé qué es, pero de seguro le gusta —dice el chico a mi lado.

Una idea que robé de papá.

Ahora iré a saludarla, para saber si me habla del misterioso regalo de cumpleaños que le enviaste.

—Está bien, nosotros terminaremos de comer.

Nos despedimos del rubio y nos concentramos en comer lo que ya se estaba poniendo frío. Debo admitir que la comida está asquerosa, pero es esto o estar con hambre el resto de la tarde. Tenemos que volver a jugar, por lo que será mejor que tenga un poco de comida en mi interior, aunque no en exceso o podría ser una tragedia.

Las Notas De Bruno #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora