Las Notas De Bruno #2

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El sol ya está haciendo su espléndida aparición y yo recién me estoy dejando caer en la cama, luego de una extraña noche.

Recopilando la información de todas las películas que he visto, lo que sé de la relación de mis padres y las conquistas de Neels, tengo bastante claro que el que actúa extraño después de un beso sin compromiso es el chico, no la chica.

¿En qué momento mi vida tomó un vuelco?

—Bruno, es hora de que te vayas —niego con la cabeza y me pego como oso al cuerpo de Emma. —Sabes que te tienes que ir antes de que salga el sol.

—Tengo sueño —murmuro.

Llegamos como a las 3.a.m a casa de Emma, pero luego de besarla tantas veces en la noche, perdí el sueño y terminamos conversando entre beso y beso, por lo que comencé a dormir hace una hora.

—Si te pillan nos matan.

—Lo sé, pesada —digo separándome de ella.

Entre bostezos me pongo mis zapatos y mi camisa que había quedado tirada en el piso cuando llegamos. Me quedo sentado en la cama mirando la pared por unos segundos, con la esperanza de despertar, pero solo me provoca más sueño.

—Bruno —dice Emma en tono de regaño.

—Ya entendí, ya entendí.

Me acerco para dejar un beso en sus labios, el cual según yo, pretendía ser corto, pero se volvió un poco obsesivo y terminé alargando su duración por más de lo previsto.

—Hora de irse, fresita.

Se pone de pie y camina al ventanal para abrirlo, dejando que un poco de viento entre al cuarto. Me hace una seña para indicarme que salga y hago caso para ahorrarle problemas con el imbécil de su padre.

—Nos vemos en el colegio.

—Aún falta una semana para eso —le recuerdo —Puedo venir en la noche.

—Hmm... no creo que sea lo apropiado —hace un mueca —disfruta tus vacaciones, yo posiblemente esté ocupada.