No era el más listo.
Tampoco el más guapo.
Ni el más cariñoso.
Lo único que podía hacer era mostrarle fragmentos de su mundo y cielo más íntimo, podría quedar fascinada al igual que aterrada... y esperaba que fuera lo primero.
☁ ☁ ☁...
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Luego de ver como se llevaron a su compañero en ambulancia se levantó por su cuenta para ir a la dirección siendo guiado por el maestro.
Abrió la puerta y miro al director que ya lo estaba esperando por ver como uno de sus estudiantes fue llevado al hospital.
El suspiro del mayor indicaba la cansado que estaba de él.
—Toma asiento Rindou Haitani—indicó mirandolo reprobatorio—Tenemos mucho de que hablar.
Duro casí una hora oyendo hablar al adulto sobre su mal comportamiento y demás hasta que lo dejar irse.
Fue directo a la enfermería, pero la enfermera no estaba ya que se había ido con él tipo al que golpeo. Se sentó en la camilla que había y se recosto mirando sus nudillos rojo, la mayoría que tenía en el rostro era del chico, limpio sus manos con su uniforme y gruño al ver que tenía una marca de mordida en su ante brazo con hilos de sangre.
Ni siquiera supo cuando fue mordido.
—Aquí estas—la voz de Ishikawa se hizo escuchar en el lugar, mostrando su preocupación por él—Oh cielos—exclamo sorprendida al ver esas manchitas carmesí, corrió de una manera divertida para el chico y ella sin saber que hacer tocó su mejilla—¿Te duele?
Pensó que lo regañaria o quería romper su relación, pero no fue así. Limpio tosco su cara mostrándole que esa sangre no era suya, soltando un leve risita por su reacción, sin embargo, lágrimas salieron de sus ojos.
—¿Estas... Llorando? No lo hagas—dijo alterado al ver lo que provocó—¿Por qué estas llorando?
—Me tenías muy angustiada, tonto—lo insulto sorprendiendolo—Cuando oí que alguien término en el hospital me asuste mucho, y más cuando escuche tu nombre.
Aún desde su lugar agarro su mano para atraerla a él y la abrazo, la de cabello cobrizo aceptó ese abrazo pegando su cara en el pecho del chico que trataba tranquilizarla a su modo, dándole golpesitos a su espalda.
Estuvieron en esa pose hasta que la fémina se separó limpiando sus lágrimas.
—A todo esto, ¿por que golpeaste a ese chico?—cuestionó tomando asiento a su lado.
—No te interesa—quería ocultarle la razón de golpear al chico, ella no merecía esos feos comentarios y él estaría para cuidarla.
Viendo que no diría más la chica buscó una toallita húmeda, al encontrarlas la dobló en un cuadrito pequeño y la paso por el rostro del rubio.
—Voy a retirar tus lentes—comentó tomando del armazón los lentes para no ensuciarlos, dejándolos a un lado y seguir limpiando la cara de su novio con mucho cuidado.
En su interior gustaba de ser tratado y recibir la atención de la fémina, como lo veía y se preocupaba por él... Era un nuevo sentimiento que disfrutaba desde lo profundo de su ser. Apesar de que Rindou seguía sin entender como fue que ella se enamoró de él, no se quejaba.
