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Justo como dijo, ganó ese enorme peluche de llama

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Justo como dijo, ganó ese enorme peluche de llama.

Ran se burló de él por haber perdido en el puesto contra la chica y Naoko le dijo que la Ishikawa tenía buena puntería o una increíble suerte. El punto es que Rindo no pudo ganar nada para ella cosa que lo ponía mal, sentía que no pudo hacer nada bien en toda la cita planeada como en esas películas que había visto una noche anterior.

Ahora veía a la peli cobriza encima del enorme peluche como si se tratara de un caballo (se lo había prestado), utilizando sus piernas para dar saltitos al rededor de los chicos para ir a las motocicletas que estaban en el estacionamiento, Rindou no sabía como se llevarian esa llama en todo el camino, esperaba solo que nos multaran.

—Hay que sacarle el relleno—opinó el de trenzas sacando una pequeña navaja de su bolsillo—O dejarlo en la basura.

Ni siquiera preguntaron por que traía eso en su pantalón.

—Pero se va a dañar—Rumi alejo el peluche del teñido—Puedo llevarlo en medio, entre Rin y yo.

—Igual no es seguro para ustedes—le dijo la peli gris—Bueno, podrían ir lento para no caer.

Eso era mucho mejor que apuñalar a la llama y sacarle el relleno, pero existía un mini problema.

—Yo no conduzco lento—aclaró Rindou, su hermano lo apoyo en ese sentido.

La chica más alta se acercó al de lentes y paso su brazo por sus hombros como pudo para darle la vuelta y que no escuchará su mejor amiga.

—Haitani, piensa un poco, si le sacan el relleno a esa cosa o lo tiran a la basura Rumi se pondrá triste ya que lo ganó para ti y pensara que no te gusta—detuvo su habla para ambos voltear a ver a la chica que los miraba sonriente, volvieron a girar—No quieres que este triste. En cambio si lo llevas en medio de ustedes y a una alta velocidad pueden chocar y morir, tampoco quieres que le pase nada, ¿o si?—Naoko trabajo con la mente del rubio—Pero si solo por hoy vas a una velocidad baja no te pasará nada y mucho menos a tú chica. La llevarás a casa y hasta puede que le presuma a su mamá que eres el mejor novio del mundo.

El muchacho se soltó del agarre de Naoko y fruncio el ceño. Ella había jugado con su mente y había funcionado.

—Vamos, nos llevamos el peluche completo—tomó la mano de la fémina que seguía arriba de la llama.

Él mayor le dio un leve empujón a Naoko para que subiera a su motocicleta ya que irían juntos.

—Una manipuladora experta.

—Lo que pasa por juntarme contigo.

No se quedan atrás y suben a las motocicletas yendo a Roppongi a un ritmo lento, el sol había bajado dejando tonalidades naranjas y amarillas hermosas. El camino para llegar a casa fue tranquilo y sin mucho tráfico como normalmente, terminaron por para en el hogar de la Ishikawa donde la madre de esta los invitó a comer ramen por lo que no se negaron.

𝙋𝙚𝙙𝙖𝙯𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤 || 𝘙𝘪𝘯𝘥𝘰𝘶 𝘏𝘢𝘪𝘵𝘢𝘯𝘪 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora