𝙋𝙚𝙙𝙖𝙯𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤 || 𝘙𝘪𝘯𝘥𝘰𝘶 𝘏𝘢𝘪𝘵𝘢𝘯𝘪 ||

07

Naoko en un intento de que su amiga hablará más con Rindou les dijo que iría a casa antes por dinero y que los vería en el centro comercial.

Él chico se dio cuenta de su terrible excusa pero le agradeció mentalmente, lo único que quería era estar con Rumi a solas para que calmara su inquietud por haber discutido con su hermano mayor, su presencia lo tranquilizaba que hasta se podía quedar dormido por lo pacífico que es.

—¿Te llevó?—pregunto subiendo a su motocicleta.

—Pero no vayas tan rápido que me da miedo caerme—respondió sentando atrás de él, acomodando las mochilas para ir a gusto, su casa no estaba tan lejos si era en transporte.

Arrancó de golpe sacándole un susto a su novia que lo abrazo quejándose, y avanzó sin subir tanto la velocidad, la primera si fue de broma. Sus brazos en su torso le gustaban, lo apretaba tanto que estaba por sacarle él aire, pero nunca le reclamo.

Cuando llegaron le ayudó a bajar para entrar al negocio de la madre de Rumi, esta a verlos los saludo pero como estaba muy ocupada sólo lo hizo con la mano, pasaron por la puerta de la casa para ingresar a la casa y quitarse los zapatos para caminar por el tatami con las pantuflas que le prestó la chica.

Fueron directo al cuarto de la fémina y dejaron sus mochilas en el suelo.

—¿Qué podemos hacer mientras esperamos a qué llegue Naoko-chan?

—Acuestate en la cama—ordenó arremangando su camisa y quitando el suéter, la peli cobrizo no entendió que quería hacer pero siguió su orden sin rechistar.

Acto seguida se tumbó con ella mirando el techo, tomando su mano para entrelazar sus dedos y admirar el mural.

—Rindou-kun....—lo llamó confundida.

—Estoy un poco irritado con mi hermano—habló acariciando el dorso de la mano de su pareja—¿Sabes lo fastidioso que es cuando tengo novia? Las molesta tanto que terminan yéndose y nunca más se me acercan, como si las amenazara que huele de por vida—suspiro relajando su ceño fruncido—No quería que supiera de tí, suena egoísta pero tampoco quiero que te vayas de mi lado... Me agrada estar contigo.

La sinceridad de sus palabras golpearon contra el corazón de la contraria en llama viva, que contará sobre sus problemas lo hacía ver que si tenía sentimientos como cualquier otra persona, no por ser un "desalmado" pandillero significaba que era malo.

Para Rindou se le hizo fácil poder platicar con ella, sabiendo que no expondría su lado vulnerable antes los problemas que tenía con su hermano Ran a los demás.

—Si te soy sincera también me da miedo tu hermano.... Pero no creo poder separarme de tu lado aunque me amenazara con romperme los hueso—contestó segura. Sus manos temblaban pero las afirmo con las del rubio—Quizá mi amor por ti fue instantáneo, pero mis sentimientos son sinceros y no se iran por culpa de tu hermano mayor, encontraré la manera de permanecer contigo.