Capítulo 22

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Asher sonrió de lado y se pasó una mano por el pelo húmedo. Intenté seguir mirándolo a los ojos porque sentía que si desviaba la mirada él saltaría encima de mí o yo de él.

—¿Por qué estás tan callada, mi diosa?

—Intento descifrar tu mente—contestó con una dulce sonrisa y poniendo un mechón detrás de mi oreja—. ¿Tienes frío?

—No—contestó de forma burlona y movió un poco sus caderas—. Mi cuerpo está bastante templado aunque en cualquier momento podría subir de temperatura.

Negué con la cabeza porque con él jamás se podría tener una conversación seria, pero también es algo que me encantaba de él, esa forma de verle la diversión en todo y siempre sacando una sonrisa, pero también sé que es un escudo para él.

—Bueno que es la sorpresa que querías enseñarme—comente admirando de nuevo el estudio porque Asher había pintado nuevos paisajes en la pared—. Es increíble, tienes tanto talento para dibujar y pintar.

Solté un grito cuando me alzó sobre su hombro y podía ver como su trasero está cubierto por una diminuta toalla que podría quitarla en cualquier segundo y dejar a la vista ese trasero redondo.

—¡Asher bájame! —Exclame con diversión y sentí que abría la puerta de una patada, después escuche como cae un chorro de agua—. ¿Qué estás haciendo? —pregunté con curiosidad.

Él me dio una palmada en el trasero con fuerza y solté un grito por la sorpresa.

—¡Asher! —Exclamé de nuevo.

—Creo que ambos estamos calientes y ahora solucionaremos ese problema—dice con diversión y me deja con cuidado en el piso, pero antes de que pueda reaccionar él ya me empujaba dentro de la ducha—. ¡Oh, mierda!

Siento como un chorro de agua helada cae encima de mí, mojando por completo mi pelo y mi vestido negro que se apega a mi piel como un guante. Miro Asher, quien se está mordiendo el labio inferior con fuerza.

—¡Joder! —Exclama con voz ronca y acercándose más a mí—. Eres tan sexy, mi diosa y ahora mismo me voy a la rodilla por ti.

Cierro los ojos con fuerza cuando siento como sus dedos comienzan a subir por mis piernas y luego da pequeños besos por mis piernas haciéndome soltar un gemido de sorpresa. Abro los ojos y veo que está agachado y completamente desnudo con una enorme erección.

—Te voy a quitar este sexy vestido—susurra sobre mi piel antes de volver a darme besos hasta que sus dedos toman el dobladillo de mi vestido y lo sube un poco dejando expuesta mis bragas negras—. Me encantas, mi diosa.

—¡Asher!

—No te muevas mi diosa—Asher tomó mis bragas entre sus dedos e hizo presión con fuerza hasta que escuche como se rasgaban—. Fantasía cumplida destrozar tú lindas bragas.

Solté un pequeño gemido, cuando sentí las yemas de sus dedos acariciar mi sexo y puse mi mano en su pelo donde tiré con fuerza de él porque ya sabía lo que venía. Mordí con fuerza mi labio inferior cuando sentí como su lengua tocaba mi sexo y pude sentir esa mezcla de calor y frío con el piercing tenía en su lengua.

—Eres tan sabrosa, mi diosa, relájate esto te va a gustar mucho—comentó con cierto tono de ironía.

Solté varios gemidos y suspiros cuando su lengua vuelve a entrar en contacto con mis labios internos y une a la fiesta un dedo. ¡Dios sabe hacerlo tan bien! Asher continua con esta tortura y mis caderas comienza a moverse buscando más placer y él lo entiende porque une otro dedo más y los mueve en círculos.

Insuperable EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora