Capítulo 41

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Sentí unas suaves caricias en mi mejilla y me remuevo porque de seguro que es Emilio molestándome para que me levante y haga el desayuno. Pongo mi mano en su cara y lo aparto, pero escucho una risa ronca que me hace abrir los ojos porque esa risa no es de Emilio, es de..., pero es imposible que esté él conmigo. Abro los ojos y me topo con sus ojos divertidos y una sonrisa traviesa.

—Buenos días, mi diosa—dice con un tono alegre y acariciando mi labio inferior—. ¡Es hora despertar!

Pestañeo varias veces porque siento que aún estoy soñando porque Asher está en mi cama con su bonita sonrisa traviesa y su torso tonificado al descubierto y con su pelo revuelto donde cae un mechón en su frente que lo hace ver tan sexy.

—¿Qué hora es? Pensé que ya te habías ido, Asher—susurro, me refriego un ojo para intentar despertar—. ¿O sigo durmiendo? ¿Por qué no deberías estar conmigo?

—No es un sueño, soy real y estoy contigo en tu cama, mi diosa.

—Pero no deberíamos estar juntos.

Él se encogió de hombros de una forma despreocupada y puso sus manos en mi cintura que me hizo dar un pequeño salto porque estaban heladas. Su sonrisa se agrandó más y se acercó tanto a mí que nuestras narices rozaron.

— Creo que aún sigues durmiendo, mi diosa, son las nueve de la mañana, pero es sábado, así que podemos quedarnos en la cama todo el día—me recuerda con aire burlón, pero pienso que su madre tal vez no está vigilando y me preocupa—. Mis padres están unos días en Rusia, así que tranquila.

—¿Y si alguien nos está vigilando?

—No lo creo, di muchas vueltas por las calles y deje mi furgoneta en club para irme en una moto arrendada así que lo despiste. No te expondré más a las amenazas de mi madre, mi diosa—susurra sobre mis labios—, pero necesito estar este fin de semana contigo, ¿te parece bien?

Me quedo callada porque claro que quiero estar con él este fin de semana más que nada porque lo extraño mucho, pero él tiene una novia y yo no sé qué tanto ha hecho con ella. Sé que Asher no la quiere, pero eso no significa que no le aparezca atractiva.

—No he hecho nada con Irina, solo tomarnos la mano—dijo como si me leyera el pensamiento y acaricio mi mejilla—. Ella sabe que no la amo y que no siento nada por ella, es más, sabe que no la soporto, pero soy como un maldito capricho para ella por la culpa de mi madre—declaró molesto.

Dejó escapar un enorme suspiro.

—Te quiero, Asher.

Su sonrisa se ilumina por completo y sus ojos brillan por esas palabras que me hacen sonreír de felicidad.

—Te quiero mucho, mi diosa.

Él se inclina para darme un beso, pero nos quedamos callados cuando oímos la puerta principal cerrarse. Escucho la risa divertida de Emilio con Bianca parece que recién llegaron de la fiesta.

—Emilio—lo llama con diversión Bianca— ¿Estará despierta, Kaira? Creo que deberíamos ir a la habitación.

Se escuchan más besos que me hacen poner los ojos en blanco porque no es tan difícil irse a su cuarto porque tiene que montárselo en la sala de estar donde yo puedo escuchar todo. Asher me mira con diversión y su dedo dibuja círculos en mi piel.

—Debe de estar durmiendo, Kaira tiene el sueño muy pesado, así que tranquila. ¿Qué tal si hacemos tú y yo una película +21? — le propone Emilio con voz ronca.

Bianca se echa a reír ruidosamente. Y Asher se muerde el labio inferior con fuerza para no reír y me tapo la cara con las manos porque esto es vergonzoso.

Insuperable EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora