Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Ocultista! x Reader】

Para: 

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【A G O N Y】

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No sabes hace cuantos siglos fue, pero recuerdas con claridad los acontecimientos, como una película cada vez que vuelves al mundo.

Hacía muchísimos años, tantos que paraste de contar, eras una persona común en este amplio mundo, con una vida relativamente normal y feliz.

Recuerdas su cara, después de todo no cambia, aun cuántas vidas se repitan, siempre estará allí.

Alguien nuevo a quien te acercaste para ayudar, te gustaba acercarte a la gente para hablar y en un pueblo tan pequeño rara vez no conocías a alguien, hacer nuevos amigos era algo a lo que estabas abierta siempre.

Ojalá no hubieses sido tan ingenua, de esa manera no sufrirías por los siglos venideros.

Verás, Aarón, como recuerdas era su nombre en esa vida llegó al pueblo sin familia, le costó tener un lugar y adaptarse, llegó con muchas maletas y aparentemente dinero suficiente, pero necesitaba un lugar para quedarse hasta poder concretar un lugar. Cuando lo viste bajar sus maletas te ofreciste a ayudarlo, a lo cual se negó, pero repetiste que se tardaría mucho y que no era un gran problema para ti. Te explicó su situación mientras lo ayudabas, su familia había muerto hace poco y queriendo irse lejos llegó a tu pueblo.

Le ofreciste un lugar donde quedarse, el tiempo que necesitara, él se negó, pero insististe diciéndole que sería mejor si no gastaba el dinero que tenía en el motel de cerca, después de mucha coerción aceptó.

Desde que te conoció Aarón no podía creer lo bondadosa que fuiste con él, literalmente desde que puso un pie en el pueblo. Su mente se sentía pesada con la muerte de su familia, la había pasado solo desde el día de sus muertes y que alguien como tú se acercara de forma voluntaria y con una sonrisa que lo cegaba le dio un sentimiento de euforia mientras más pasaba el tiempo, su corazón latía con fuerza cuando te veía acercarte a él, cuando le sonreías y cuando lo despedías.

Lo dejaste quedarse hasta que consiguió un trabajo y un lugar nuevo, una semana más o menos.

Pero solo le bastó esa semana.

No podía creer su suerte, después de tanta miseria un pequeño ángel lo recibió con los brazos abiertos justo después de la tragedia.

Pero Aarón no era simplemente un nuevo vecino, dentro de todas esas maletas en las que fallaste en notar que no eran de ropa había libros, libros que te hubiesen dado un indicio de quien era Aarón.

Hijo de ocultistas que pertenecían a un grupo, Aarón había matado a su familia accidentalmente durante un ritual en el que intentaba encontrar su alma gemela, un pensamiento con el que se había obsesionado desde que su padre le había hablado de ello, como había encontrado a su madre, logró su objetivo, pero a costa de la vida de todos ellos.

La única pista que obtuvo era este pueblo.

Aarón fue echado del grupo y ahora se encontraba allí, con quien pensaba que era su alma gemela.

Y así empieza la tragedia de tu alma que duraría cuatrocientos años.

Aarón estaba seguro que eras tú, desesperado por aferrarse a otra persona hizo uso de sus habilidades para lo que creía él era confirmar que eras su alma gemela, observar el dichoso hilo rojo del destino.