Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

『.∙:﹢:°✦¡Escenario ①!✦°:﹢:∙.』

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❝ La libertad es algo de lo que depende el ser humano, si se la quitas, buscaras por todos los medios obtenerla de nuevo. ❞

♠ Isaac: Hate to Love. ♠

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Tu respiración temblorosa ante lo planeado, estabas aterrada, entierras tus uñas en tus propias manos debido a la ansiedad.

La situación era compleja e iba así: Tu novio Isaac te había encerrado en su casa desde hacía un mes, sin posibilidad de hablar con nadie, siempre supiste que era alguien celoso con desconocidos, a un punto que rayaba lo insano, con gente cercana a él sus celos no florecían, de hecho, eran los únicos con los que podías pasar el rato sin que Isaac estuviera paranoico.

Por algún motivo, sentías que algo pasaba con Isaac, algo estaba aguantando y que en cualquier momento explotaría, él era así, jamás fue violento contigo, no te gritaba, dirigía su rabia a lo que fuera menos a ti, eso lo agradecías, era impulsivo, pero tenía cierto punto de autocontrol, así eran las cosas, él se guardaba muchas cosas y luego reventaba, cuan malas fueran las cosas, de esa magnitud seria su explosión.

Teniendo veinte años, te gustaba salir de vez en cuando, en esa ocasión, Isaac te dejó adelantarte porque debía hacer otra cosa, al llegar simplemente te sentaste a esperarlo, no es que quisieras bailar con alguien, tampoco es como si pudieras en realidad de igual forma, no tomarías nada hasta que él llegara, este hombre llegó y empezó a sacarte conversación, le hiciste saber desde un inicio que tenias novio, como ya estabas acostumbrada, dijo que no te hablaba por eso, que simplemente quería hacerte compañía durante un rato, le dijiste que tu novio estaría en cualquier momento por allí, solo para mantenerlo a raya, no querías armar una escena y mientras no se pasara de la raya, todo estaría bien.

O al menos se suponía que debía estar bien.

Por desgracias del destino, el hombre se fue poniendo más coquetos, dabas respuestas cortas, básicamente cortantes y creías que simplemente no estabas interesada en él, el tipo intento besarte y como una broma cruel del universo Isaac hiso aparición con un golpe en la quijada de aquel hombre tumbándolo al suelo, era un boxeador, por lo que asumiste que también lo noqueo, pero no te dio tiempo de saberlo, te jaló fuera del club y te monto en el auto, desprendía una tensión que era sofocante, discutiste con él en el auto y dijo todo lo que pensaba.

Y oh querido Dios.

Como hubieses deseado que sus celos jamás lo hubiesen vuelto esto.

Dijo tantas cosas, pero sin embargo puedes recordarlas todas, estaba ardiendo en rabia, harto de que tantos hombre te miraran como un pedazo de carne, tenía miedo que por su temperamento te separaras de él, no estaba dispuesto a dejarte ir con nadie más, dejó en claro saber que era egoísta lo que estaba a punto de hacer, pero te juró por su vida que todo era para cuidar de ti.

Y allí estabas, un mes después encerrada en la casa de tu novio, sin noticias de nadie, Isaac nunca te trató mal y no lo hiso ahora, pero era muy controlador, lo amabas, lo amabas mucho, pero no podías vivir así, no querías vivir así, intentaste hablarlo con él, pero no te escucharía, te mantenía en cierta parte de la casa, que constaba de una sala, tu habitación y el baño, cuando debían comer, él mismo te saca y te llevaba a la cocina, Isaac fue del tipo que no le gustaba el ruido, por lo que su casa estaba algo apartada de las demás, por lo que, aunque gritaras, a menos que alguien estuviera pasando por el frente, no te escucharía y apara ello, debías hacerlo desde la sala principal o la cocina y como dije anteriormente, en ambos lugares siempre estas con él, el tu última visita a la cocina tomaste cómo pudiste un cuchillo y lo guardaste en tu sostén, seguido de ello, una vez llegaste a tu cuarto lo escondiste en el armazón de tu cama y esperaste a que se fuera al gimnasio, rompiste el marco de la puerta y una parte de la puerta para poder abrirla, tu corazón latía bastante rápido , hasta que por fin el agujero fue hecho, al abrir la puerta, soltaste la pieza de metal.

— Bebé ¿Pensaste que no me daría cuenta? Rahil, en serio quiero ser amable contigo y no me la estas poniendo fácil, no quiero lastimarte de ninguna forma, así que por favor, no me hagas tener que castigarte algún día y compórtate. — Su voz tenía un tono pasivo agresivo, era ronca y grave, lo que quería decir que estaba molesto.

— Esto está mal Isaac, no puedes tenerme así. — Intentaste apelar a su racionalidad.

— ¿Acaso crees que no se eso? — A pesar de la expresión seria usual de Isaac, eras capaz de leerlo como un libro abierto, sin embargo, en esta ocasión, no podías hacerlo de forma correcta, quizás por el pánico y miedo que te recorría desde el cerebro a cada nervio de tu cuerpo — Estoy haciendo esto porque quiero y porque no pude soportarlo mas, así son las cosas... No es como si te fuera a aislar completamente, eventualmente te dejaré salir, pero solo si me obedeces al pie de la letra... — Él hablaba en serio, muy en serio.

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