Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Momia! X Reader】

Para: Zatsumerti

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【D E A T H  C A N ' T】

【D O  U S  A P A R T】

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— ¡Cuidado con tocar! ¡Las cosas aquí adentro son más valiosas que todo el país! — Advertiste a dos compañeros que notaste se acercaban mucho a las decoraciones de la pirámide, gruñeron ante tus palabras y estas fueron notadas por el profesor a cargo que miró al par con desaprobación y haciendo un gesto diciendo que tenía sus ojos sobre ellos, dejando adelante a su asistente y yendo al final para tener una mejor vista del grupo.

Realmente no te haría gracia que por culpa de un par de idiotas fueras detenida por destruir un monumento histórico, aunque destruir era una exageración, también sería exagerada lo que tendría que pagar de alguna manera u otra si rompían algo

La gente que residía cerca eran descendientes del reino del faraón enterrado en ese lugar y eran quienes custodiaban dicha tumba, además de ello, parecía que sostenían una relación similar a los indígenas de otros países, sus tierras eran suyas y sus leyes igual, tenían permitido hacer uso de estas como dictaban sus tradiciones.

Un hecho bastante extraño en si puesto que esto no pasa con otras tumbas, al ser cuestionados dicen que según lo que cuenta la historia es que el mismo faraón pidió ser cuidado por ellos, y no descansando en el valle de los reyes como muchos otros, aunque el resto de la historia les será contada una vez dentro de la tumba.

El grupo se detuvo con la indicación de los guías, estando en frente de una gran puerta de oro, bastante limpia a pesar de haber pasado posiblemente un milenio desde que fue enterrado.

— A partir de aquí se encuentra el sarcófago del faraón, agradeceremos si demuestran sus respetos y les pedimos abstenerse de tocar cosas. — Dijo con un español un poco tosco el guía, las puertas se abrieron dejando ver un gran espacio, muchos jeroglíficos, reliquias y justo en el medio un sarcófago.

La habitación se encontraba bien iluminada, todo quedaron embelesados por la vista.

— Recuerden no tocar nada. — Escuchaste al guía decir, mientras aun observabas las cosas allí, preguntaste si se podía tomar fotos recibiendo una respuesta afirmativa, sentías la mirada del guía sobre tu cuello, asumiste que simplemente estaba al pendiente de que no tocaras mucho — La historia cuenta que hace dos milenios el faraón se casó con su primera y única esposa, joven hija de nobles de sangre, se cuenta que tan pronto el faraón la conoció se enamoró de ella y decidió desposarla, cuentan que el faraón amaba tanto a su esposa que eligió no tomar ninguna concubina o esposa aunque los nobles se lo aconsejaran, tuvieron cerca de cuatro hijos antes de que la reina fuese asesinada, fue encontrada por el mismo faraón antes de morir y encontró al asesino en esa misma habitación, luego de asesinarlo volvió con su esposa quien al poco tiempo y a pesar del intento de los médicos murió desangrada, tan solo horas después, el faraón se envenenó a sí mismo y juró regresar una vez su esposa volviera a la tierra. — Te pareció enternecedora tanta devoción, sin embargo el desenlace de la historia seguía siendo trágico y no tan alejado de lo que aun pasa en estos días.

Un objeto en específico o más bien objetos llamaron tu atención, un par de anillos, sobre la cabeza del sarcófago, preguntaste por esto y el guía respondió — Son los anillos de matrimonio del faraón y su esposa, hechos a medida y cada uno murió con el suyo puesto. — Admiraste los anillo durante unos segundos, ambos de oro y con gemas azules "Eternidad" Era ese el significado de dicho color durante este suceso, aunque habías entendido que solo lo llevaba el hombre en sus ropas, pero después de todo no todo debe ser tan estrictamente hecho — ¿Quiere llevarlo puesto? — La pregunta te sobresalto y te pareció extraña, después de todo, este mismo hombre había dicho antes que no debían tocar las cosas, nerviosa te negaste, no queriendo dañar nada, el hombre rió un poco — No hay tal cosa como una maldición aquí, se le está dando la oportunidad señorita ¿No la tomará? — El hombre tomó el anillo más pequeño y lo sostuvo frente a ti, muchos de tus compañeros te miraban fijamente, muchos esperando que tendieras la mano hacia la extendida de este hombre, finalmente cediste y le diste tu mano.