Blood Ocean | ¡Yandere! x Reader | One Shot's

【¡Yandere! ¡Esposo! x ¡Fantasma! Reader】

╔╦══• • ★ • ♤ • ★ • •══╦╗

【E S P E C T R O】

╚╩══• • ★ • ♤ • ★ • •══╩╝

┏━━━━•♤•°•❈•°•♤•━━━━┓

Uno realmente nunca termina de conocer a nadie, las personalidades van cambiando con el paso del tiempo, para bien o para mal, pero un secreto de ese tamaño ¿Por qué nunca te lo dijo? ¿Acaso no te amaba? ¿O lo hacía tanto como para no decirlo? Siendo novio y no viviendo juntos en aquel momento no te hacia darte cuenta, por supuesto que no, no te la pasabas las veinticuatro horas del día con él, cuando decidieron asentarse y casarse fue algo completamente distinto, una era el hombre que conocías, la otra...

Un monstruo.

La única palabra con lo que lo puedes describir, fue alarmante, escucharlo hablar mientras pensaba que estaba dormida sobre cómo te abriría el cuello y bebería tu sangre, como te quitaría las piernas para nunca huyeras de él, encontraste medicamentos que luego descubriste para que servían.

Tratar su padecimiento.

Trastorno de personalidad múltiple.

Tenias miedo, intentabas ignorarlo, pero cuando aquella persona noto que lo sabías no oculto lo que quería hacerte, aunque no hicieras nada en lo mas mínimo, golpes y muchísimas palabras que te ponían la cabeza llena de terror era lo que solía darte.

La personalidad dominante, por otra parte, el hombre del que te enamoraste, tampoco era un santo.

Era exageradamente empalagoso, especialmente después de casarse, sediento de cariño, durante su noviazgo pensaste que era normal, te había comentado lo solitario que era desde siempre, quisiste apoyarlo, pero solo lo hiciste volverse dependiente, era como caminar con una cadena amarrada al pie, si no estabas bajo su mirada las llamadas eran constantes, demasiado, al punto en que preferías apagar el teléfono y el recibimiento al llegar a casa era su forma nerviosa de comportarse cuando pasabas por la puerta, innumerables preguntas que acababan en discusiones y una disculpa por parte de él, querías creer que esto pasaría.

De verdad querías que asiera fuera, que su otra personalidad eventualmente dejara de hacerte daño y quizás te enamoraras de él también.

Por su puesto, aquella personalidad te amaba.

Pero de una manera dolorosa, tanto que acabo por matarte y enterrarte en el patio.

Despertarse sin ti en aquel momento lo desespero por completo, la otra persona no le hablaba, pero solo le importabas tu, fue a la policía a reportar tu desaparición, pasaron semanas y nada, absolutamente nada, revisaron la casa, nada, ni una sola pista, llego a hacer una rueda de prensa y pedirle a los periódicos que publicaran tu ficha de desaparecido, nada, ni una llamada que dijera aunque sea una pequeña cosa.

— ¡Fuiste tú! ¡¿No es así?! — Grito con fuerza al verse en el espejo — ¡Lo hiciste! ¡La alejaste de mi! — Destrozó el mueble con un golpe, cayó de rodillas agarrándose el cabello, con sus lentes empapados, no quería creerlo, prefirió pensar que la habían secuestrado, cualquier cosa para no creer que él mismo le había hecho daño.

—Fuiste tú... —Escucho su voz, aquella voz que añoraba desde hacía dos meses, giro la cabeza lentamente, encontrándose con sus pies sucios de tierra y lo que parecía ser sangre, no, efectivamente era sangre, sangre que salía de unas puñaladas en su pierna, casi parecía que se la querían quitar, la pijama que le había regalado el día de su cumpleaños estaba sucia de sangre, varias puñaladas en su pecho, cabello enmarañado y la piel de un tono enfermizamente blanco — ¡Fuiste tú! — Tan pronto parpadeo ella se fue, ella lo dejo solo, una vez más.