Mar tiene que fingir una relación con la chica que detesta, pero lo único que parece odiar más es no poder besarla.
*🔮*
Debido a una mala jugada de Marketing, la joven promesa de la música y una modelo en su despegue editorial deben fingir ser nov...
Primero que nada, GANARON, voy a usar el nombre Astrohornys, más les vale presentarse 👋 Y festejar aquí.
Segundo, el que no comente, quiere que Mar y Honne ya no vuelvan 😈
Tercero, pensé que era obvio, pero como hay gente confundida. Desde la perspectiva de Mar, si parece que le metió los cuernos. Por cierto, este cap es más largo de lo normal ¡Si veo que les gusta intentaré seguir el ritmo!
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Mar.
—Vine con el corazón en la boca, si me dices que te arrestaron por exceso de flow te doy a dar un puñetazo.
Llegué en cuestión de minutos, siquiera pregunté la localización, pedí al primer chofer que encontré que me llevara a la comisaria 23, preocupada. En el fondo dudaba que hubiera hecho algo malo como qué sé yo, matar un libra, pero era consciente de lo irresponsable que podía llegar a ser Honne en ciertos aspectos.
—Es muy pronto para que me excites de esa manera.
La mantuvieron sentada en un rincón, custodiada por un solo miembro del cuerpo policial, a juzgar por vista solo quedaban cuatro al ser tarde en la madrugada. Me dio la sensación de que más que retener una presa, la cuidaba, ella tenía la mirada perdida y las manos sobre sus rodillas inclinada ligeramente hacia delante mientras me hablaba.
—¡¿Por qué demonios estás en la comisaría, Honne?!
—Dijeron que era ilegal quererte tanto. —levantó la cabeza.
Me quedé observando de cerca por una pista, hasta que conecté un par de neuronas.
—Hueles a alcohol. —me crucé de brazos enfadada.
—Hueles al amor de mi vida.
—Deja de ponerte coqueta cuando te emborrachas.
—Perdón, tengo luna en horny.
—Eso no existe.
Me senté al lado suyo, lucía estable, la he visto en peores situaciones apenas conocernos así que asumí que no la arrestaron por ello. Parpadeaba como si sus ojos le pesaran, su cabeza cayó sobre mi hombro.
El momento sería serio si no tuviera un sombrero de flamenco en la cabeza, el maquillaje corrido y me sonriera cada vez que la miro.
—Bueno, estaba manejando. Alguien propuso jugar yo nunca nunca, nos quedamos dando vueltas en circulo por la manzana sin autos, luego los policías aparecieron.
—¿Cómo se supone que les crea eso? No tiene ningún sentido conducir para ir a nada. Además, pensé que nos quedamos todos en este barrio privado, estoy a unas cuadras.
—Estábamos cantando Licencia de conducir, de Oliva Rodríguez.