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—¿YA ESTÁS LISTA?—NINA PREGUNTÓ mientras esperaba en la sala de estar. Esta noche era la gran fiesta de Halloween que organizaron, e irían tú y tus mejores amigos. Nina fue invitada, por supuesto, pero ella tenía sus propios planes con los miembros el elenco de Vampire Diaries.
Ian había sugerido que organizarán la fiesta en una parte de la mansión Salvatore, y ella estaba ansiosa por pasar la noche allí. Tu mejor amiga estaba haciendo una fiesta de Halloween en su casa y prometiste que irías hace semanas.
Nina había prometido irse temprano, de esa forma ambas podrían ir a su propia fiesta aquí en su casa compartida juntas.
Era una agradable velada para pasarla con amigos, pero también para pasarla juntas. Tu mejor amiga les informó a todos los invitados que usar disfraz era obligatorio. Después de pensar mucho, encontraste el disfraz perfecto, finalmente lo encontraste.
El elegante vestido negro con diseño de encaje y tirantes finos, zapatos negros de tacón alto que te hacía ver más alta de lo que ya eras con la máscara de encaje para cubrir tus ojos como una fina capa de misterio. El disfraz que usabas era el mismo que usaba Nina cuando interpretó a Katherine Pierce en el episodio "Masquerade".
El disfraz era exactamente el que ella usaba ya que ustedes dos eran iguales en tipos de cuerpo y estatura. El vestido se ajustaba perfectamente a tu cuerpo y estabas muy emocionada cuando el encargado de vestuario dijo que podías llevártelo a casa esta noche.
El papel de Katherine había terminado hace mucho, por lo que no tenían uso para el vestido. Nina no sabía lo que llevabas puesto porque querías que fuera una sorpresa.
Junto con el atuendo, recibiste los consejos del maquillador y el estilista sobre cómo peinarte y maquillarte casi de la misma manera.
Estabas dando los toques finales cuando habló tu novia.
—Le estoy dando los toques finales—Respondiste antes de chasquear los labios. Sonriendo ante el reflejo, apagaste el espejo del baño antes de acercarte a ella.
—¿Qué opinas?—le preguntaste mientras intentabas hacer una pose sexy. Sus ojos se posaron en los tuyos en una loca confusión, y estaba tan sorprendida que su boca colgaba ligeramente abierta.
Ella ha usado ese atuendo antes, y se ha visto a sí misma usándolo, pero no se compara con cómo tu ves con él esta noche.
—¿Ese es mi vestido?—se las arregló para preguntar.
—Sí, el diseñador de vestuario dijo que podría tenerlo. Es mejor a que se quede en un armario. ¿Se ve mal?—preguntaste mientras te mordías el labio inferior.
—Joder—murmuró mientras las fotos de ti quitándote el vestido vinieron a su mente. Su carrera con The Vampire Diaries terminó, pero nunca podría pensar en este atuendo y no pensar en ti. No podrá pensar en Katherine sin imaginarte con su vestido.
—Voy a tomar eso como algo bueno—soltaste una risita antes de agarrar su embrague. Antes de que pudieras pasar junto a ella, te agarró de la mano y te acercó a su cuerpo.
—No vayas. Puedo decir que las dos estamos enfermas y así podemos quedarnos esta noche—sugirió.
—Nina, le prometiste a Ian que aparecerías y yo se lo prometí a mi mejor amiga. Parecerá sospechoso si las dos llamamos al mismo tiempo—
—Si ese es el precio que tengo que pagar para que quitarte este vestido, entonces lo tomare—dijo sonriendo mientras colocaba sus labios sobre los tuyos en un esfuerzo por hacer que dejaras de discutir.
La lucha en ti se disolvió inmediatamente cuando comenzaste a mover tus labios contra los de ella. Envolvió sus dos brazos alrededor de tu cintura para tratar de que te quedaras allí mientras tú envolvía sus brazos alrededor de su cuello.
—Vas a arruinar mi maquillaje—murmuraste contra sus labios.
—Otra razón para que te quedes—,ella rió antes de mover sus labios por tu mandíbula y hasta tu cuello.
—Nina, linda, te prometo que podemos retomar esto cuando lleguemos a casa—suspiraste feliz.
—Bien—susurró antes de alejarse —Pero no me quejes cuando quieras irte de tu fiesta.-
—Una hora. Nos quedamos una hora y luego nos podemos ir—le prometiste, besando su nariz antes de desenredarse de su agarre.
Ella sonrió mientras te alejabas de ella, y no pudo evitar sentir una inmensa alegría cada vez que pensaba en ti. Eras el amor de su vida y ella tuvo suerte de tenerte.
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