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--¡Ah, ahí está!—Melissa exclamó cuando te encontró en el set. No era ningún secreto que tú y Melissa estaban saliendo.
Llevaban casi nueve meses cuando todavía trabajaban en Batwoman y ahora dirigían un episodio de Supergirl. Era tu debut como directora y querías que todo saliera a la perfección. —Te ves absolutamente adorable—
-Melissa, te estoy pidiendo que mantengas las cosas profesionales hoy. No soy tu novia, soy la directora hoy—Intentaste parecer tan seria como pudiste, pero fue inútil.
Una vez que ella te hizo un puchero, el acto profesional se fue por la puerta. Te inclinaste para besarla y ella te sonrió.
—¿Hay algo que pueda hacer para facilitar el día de hoy?—Melissa te preguntó. —Porque quiero que dirijas muchos episodios en el futuro—
--¿Algún Consejo?—preguntaste y Melissa solo te dijo que no lo necesitabas. Tu trabajo fue divertido, especialmente las escenas que pudiste rodar con ella.
Trabajaste muy duro durante los días que tenías que filmar, pero Melissa también te recordó que te divirtieras. Especialmente hacia el final cuando tenías una escena que nunca parecía salir correctamente.
—Linda, tómate un descanso—,te dijo Melissa. Ella puso una mano en tu hombro y te apartó de todo.
—Pero la escena—,trataste de discutir mientras ella te arrastraba. Te rendiste y ella te llevó a su remolque. —Lo siento, ¿estaba siendo una idiota?—
—No, no lo estabas. Estabas poniendo a todo el mundo un poco triste, pero no eras un idiota. A ninguno de nosotros le gusta verte estresada amor—,te dijo Melissa.
—Relájate, recuerda que esto debería ser divertido para ti. Dirigir es tu sueño y no todo puede ser perfecto—
—Tu lo eres—-,dijiste con una pequeña sonrisa. Melissa se sonrojó y se inclinó hacia adelante para presionar un suave beso en tus labios. Le devolviste el beso, pero ella se apartó.
—¡Profesional!—Melissa fingió estar desconcertada. Rodaste los ojos y la besaste de nuevo.
—Creo que necesito un par de besos más antes de poder volver—Hiciste puchero y Melissa te dio varios besos por toda la cara para hacerte reír. Estabas casi jadeando de la risa cuando ella terminó de besarte.
—Gracias.—
—No hay problema, harías lo mismo para sacarme de mi cabeza—,te dijo Melissa.
