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Empujaste la puerta de tu casa para abrirla con toda su fuerza. Tu puerta se estrelló con la pared y produjo un fuerte golpe antes de que volviera a su lugar. Sersi, que estaba detrás de ti, sostuvo la puerta para que no la golpeara. Entró nerviosamente a la casa con Sprite, Ikaris y Dane junto con ella y cerró la puerta detrás de ellos.
En el segundo en que se cerró la puerta, te volviste rápidamente, tus ojos se posaron en Sersi, tu cara claramente decía que no estabas de buen humor. —¿Qué fue todo eso?—
—Puedo explicarlo, pero va a ser difícil de entender—Sersi entró en pánico, no sabía cómo calmarte.
—Entonces explícamelo. Has estado diciendo lo mismo desde hace una hora, pero en realidad nunca lo haces—Sersi tragó saliva.
--¡Sersi!—
—Hace 7000 años, nosotros, los Eternos, fuimos enviados a la tierra para mantener a la gente a salvo de los Desviantes, la criatura que nos atacó. Los Desviantes no se habían visto durante siglos y ahora volvieron a aparecer de repente—Sersi explicó.
Parpadeaste un par de veces, tratando de procesar lo que acaba de decir. —¿Entonces estás diciendo que tienes 7000 años y que esa horrible criatura nos va a atacar?—
—Sí.—Sersi asintió. —Oh, y tenemos poderes—
Sersi miró a su alrededor en busca de una planta y sus ojos se posaron en la pequeña planta cerca de la ventana. Se acercó a la planta y la tomó antes de volver contigo. Sus manos pasaron como un fantasma sobre la planta y de la nada, lentamente se hizo más y más alta. Sersi detuvo su acción una vez que fue tres veces más alta que el tamaño anterior.
Viste con asombro mientras te quedaste sin palabras. —¿Te gusta?—
Aclaraste su garganta y hablaste. —Si, gracias—Tomaste la planta y la colocaste en la mesa a tu lado. —Sersi, ¿qué pasará después?—
—Eso algo que yo tengo que averiguar y tú te debes de quedar aquí y esperes a que yo regrese—Levantaste una ceja
--¿Espera por ti? ¿Te vas?—Sersi frunció los labios en respuesta. —¿Adónde vas?—
—No importa.—
Si ,Sersi tenía que admitirlo, quería despedirse de ti con un beso y te abrazó con fuerza. Tenía miedo de no volver. Tenía miedo de no poder volver a verte. Sobre todo, estaba aterrorizada de perderte.
Por otro lado, sentiste lo mismo. No sabías por qué, pero no podías evitar sentirte ansiosa. Es posible que Sersi y tu apenas hablaran, pero ambas de alguna manera tenían una fuerte conexión a través de su relación platónica.
Sersi respiró hondo y dio unos pasos cerca de ti hasta que ambos estuvieron a centímetros el uno del otro. Estabas confundida, pero al mismo tiempo no querías alejarte.
Sersi levantó la mano y la colocó junto a tu cara. Buscó tus ojos y una vez que los encontró, no pudo evitar sentirse atraída por ellos. Ella nunca se dio cuenta de que eran tan hermosos.
Los ojos de Sersi se posaron en tus labios y los tuyos pronto siguieron hasta los de ella. Ambos se inclinaron lentamente la uno hacia la otra. El espacio entre ustedes se fue haciendo cada vez más corto hasta que no hubo ninguno.
Tus labios se conectaron con los de ella. Tu estómago se sentía como mariposas. Un rubor enrojeció tus mejillas con un suave tono rojo. Se sentía como el paraíso, si tuvieras que ser honesta.
Después de lo que parecieron años, ambas se alojaron. —En caso de que no vuelva—Susurró Sersi.
Sus manos dejaron tu rostro mientras se alejaba más y más de ti. Ella te sonrió, aunque sus ojos decían lo contrario. Fue lo último que viste antes de que ella se fuera con sus amigos y nunca fue vista en mucho tiempo.
