Capítulo #21

14 3 0
                                    

Diego Ferrer

Después de tanto pedirlo, al fin Galia y Raúl accedieron a que Alexis fuera a dormir conmigo. Claro que antes me dejaron varias instrucciones y advertencias.

—Diego —habló Raúl—, si nosotros accedemos a esto es porque te conocemos, porque sabemos que Alexis estará bien contigo, porque sabemos que lo amas y porque te has ganado nuestra confianza. Lo sabes, ¿cierto?

—Sí, Raúl, lo sé. Y muchas gracias por la confianza que ambos me han brindado.

—También, Diego —agregó Galia—, yo sé que ustedes son una pareja joven, yo sé que él te ama, sé que tú lo amas, sé que tienen su vida, su intimidad y no pienso meterme en eso. Pero Diego, tú ya eres un adulto, eres un hombre y, aunque Alexis sea muy inteligente, sigue siendo un adolescente, por lo tanto aun es inmaduro e inexperto para ciertas cosas. Aunque confío en ti, no quiero saber que le faltaste al respeto o que lo presionaste a hacer algo que no quería. Si yo me entero que te sobrepasaste con él, Diego, por más que yo te quiera, no dudaré ni un solo instante en denunciarte. Si me entiendes, ¿no?

—Te entiendo perfectamente, Galia. Pero no tienen nada de qué preocuparse, yo sería incapaz de dañar a mi príncipe, de faltarle al respeto, presionarlo o hacer algo que él no quisiera. Yo tengo bien claro que cuando mi tomatito dice no, es no, y no solo hablo de sexo, hablo hasta de un beso, cuando él no quiere besarme, yo no insisto.

—Lo sé, pero no está de más la advertencia.

—Diego, no queremos que pienses que no confiamos en ti, pero Alexis es nuestro hijo, no queremos que sufra más —aclaró Raúl.

—Lo sé, sé que me lo dicen porque lo aman. Pero yo les juro que, al menos de mí parte, eso jamás sucederá. Si hay algo que odio en esta vida es que él sufra. Yo no quiero verlo sufrir, quiero y voy a hacerlo feliz. Él es mi vida.

—Gracias por amarlo como lo haces, Diego —dijo Galia.

—Gracias a ustedes por cuidarlo de la manera en la que lo hacen —les sonreí—. Ahora iré arriba para ayudarle a mi tomatito a empacar sus cosas para que se vaya conmigo.

—Adelante —asintió Raúl.

Di la vuelta y subí las escaleras.
-

-

-

Alexander y Fernando estaban sentados en un sillón en la terraza mientras hablaban.

—¿Neta no te diste cuenta como te miraba ese niño Max? —le preguntó Fernando.

—Amor, ya para, llevas como una hora hablando de lo mismo —respondió Alexander.

—Es que, el ver cómo te comía con la mirada y ver cómo le sonreías, me hizo enojar.

—Fer, Max es un niño, le sonrío por eso, me da ternura.

—Es un niño, pero no es tan inocente ni tierno como les hace creer a Alexis y a ti.

En ese momento llegaron Armando y Josué que habían escuchado eso último.

—Yo pienso igual que Fer —dijo Armando—. Max no es tierno, él es malo. Si vieran como le habló a gatito.

—¿Qué te dijo? —le preguntó Fer a Josué.

—Me dijo que no sabe cómo Alexis me considera su mejor amigo si soy grosero, malhablado y peleonero.

—Pero eso sí es neta —dijo Alexander.

—Gatito no es grosero, malhablado solo poquito y peleonero sí es bastante... Pero ese tal Max no tiene derecho a venir a decirle eso, él ni lo conoce.

Contigo quiero enfrentar al mundo entero (Libro #2)©✔Where stories live. Discover now