Capítulo #3

27 2 1
                                    

Diego Ferrer

Había música, globos, decoraciones de graduación, comida y postres. Estaba mi mamá, mis primos, mis tíos, mis amigos, las familias de mis amigos, mi tomatito bonito y por supuesto que la familia de él.

Mis amigos y yo salimos a hablar al jardín.

—¿Entonces te graduas la siguiente semana? —le pregunté a Leslie.

—Así mismo.

—¿Y cómo es todo allá en Estados Unidos? —preguntó Alexander.

—Como en todos lados. Tiene sus ventajas y desventajas, pero estoy agusto. Mi tía se porta bien conmigo y tengo varios amigos.

—¿Nos cambiaste o qué? —preguntó Alexis, ofendido.

—No —se rio—. Solo que estoy en otro país y no los veo a diario.

—Pero espero que no nos cambies por ellos —dijo Armando.

—¡Obvio que no! Ustedes son los mejores amigos de todo el mundo. No los cambio por nada ni por nadie —sonrió—. Mucho menos a Josué.

—¿Y por qué a Josué menos que a nadie? —preguntó Fernando—. ¿De qué privilegios goza o qué?

—Josué es con el que más he tenido comunicación.

—Pero o sea, recuerda que Josué es my best friend forever, okay? —dijo Alexis en tono medio celoso.

—Okay... —se rio—. No te lo pienso quitar o algo parecido.

—Además —habló Josué—, ¿qué importa si lo hace? Tú ya tienes a tu amigo Ramiro y a Max.

—Pero no son mis mejores amigos, ¡tú sí!

—Pues ya ni parece.

—Alguien está celoso —dijo Fernando, haciéndonos reír a todos, menos a Josué.

—¡No estoy celoso! —aclaró—. Pero la neta no mames, le molesta Leslie, pero él tiene a Ramiro y a Max. 

—¡Josueeee! No digas groserías, gatito —dijo Armando, regañándolo.

—Perdón, amor. A veces se me salen.

—Tú eres gatito bebé, gatito bebé no tiene qué decir groserías.

—Sí, mi niño, está bien. ¿Me perdonas?

—Sí, pero ya no las digas, gatito. No me gusta.

—¡Promesa de gatito!

Armando sonrió y lo abrazó.

—Esa promesa se rompe en 5 minutos —dijo Fernando

—O menos —dije.

—Sí, yo voto por menos —dijo Alexis.

—Por tres —dijo Leslie.

—Por cuatro —dijo Alexander.

—¿Neta creen que soy un grosero y malhabrado que no sabe controlarse? —preguntó Josué.

—De hecho —asintió Leslie.

—La neta —dijo Alexander.

—Obvio —dijo Alexis.

—Así es —dije.

—En efecto —dijo Fernando.

Josué nos hace mala cara.

—Pues la neta sí soy, ¿y qué?

Todos reímos, hasta Armando.

—La verdad ya los extrañaba mucho —dijo Leslie, sonriendo.

—Y nosotros a ti —dijo Alexis—. Por eso que es súper, hiper, mega genial que hayas podido venir a la graduación.

Contigo quiero enfrentar al mundo entero (Libro #2)©✔Where stories live. Discover now