Capítulo #57

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Estaba entrando a casa, junto con mamá Galia y papá Raúl.

—¿Cómo se te ocurrió pegarle a ese muchacho de esa manera, Alexis? —preguntó mamá.

Volteé a verlos.

—¡Se lo merecía! Ese idiota le pegó a mi Ferrer.

—Pero así no se solucionan las cosas, campeón —dijo papá.

Rodé los ojos y me crucé de brazos.

—Además, la directora nos dijo que fue Diego quien le pegó primero a ese muchacho —dijo mamá.

—Sí, pero lo que no les contó es que Diego le pegó porque ese imbécil me acosa, me dice asquerosidades.

—¿Qué te dice? —preguntó papá.

—Que quiere tenerme en su cama y puras cochinadas. ¡Me tiene hiper harto!

—¿Por qué no le dijiste eso a la directora, Alexis? —preguntó mamá.

—Diego le dijo, pero no le hizo caso, lo único que hizo fue decir que en nuestros expedientes estudiantiles dice que tenemos mal comportamiento, sobre todo yo, pero no hizo nada contra ese que se la pasa diciéndome que si me visto así —se señaló— es para provocar hombres.

—Mañana mismo iremos a decirle a la directora que tiene qué hacer algo contra ese muchacho. Pero debes entender que no puedes ir por la vida golpeando a quien quieras, hijo, menos de esa manera.

—O sea, papá, no es mi culpa que los imbéciles esos no se puedan ni defender.

—Pero si es tu culpa no saber controlarte.

—Sí pues —rodé los ojos—, soy el peor de todo el mundo mundial por defenderme de un asqueroso acosador y defender a mi novio cuando le pegó por defenderme, sí

—No me hables así, Alexis, soy tu papá.

No dije nada, solo volví a rodar los ojos

—Mira, Alexis —habló mamá—, Raúl y yo iremos mañana a hablar con la directora sobre ese muchacho que te acosa, que seguramente es mayor de edad. Te apoyaremos en eso porque nadie tiene derecho a decirte la clase de cosas que él te dice. Pero es que hay muchas formas de solucionar las cosas, pero tú siempre elijes los golpes.

—Pues yo no conozco otra manera, mamá.

—Siempre las hay, pero si no las conoces entonces tendré qué enseñártelas. Estás castigado por dos semanas sin salidas.

—Pero, ¡¿por qué?! —pregunté exaltado.

—Para que aprendas a que los golpes jamás son la solución a nada, eso solo te traerá problemas todo el tiempo.

—¿Entonces apoyas a que ese idi*ota me acose? —estaba comenzado a enojarme.

—No, mi amor, si te estoy diciendo lo contrario; Raúl y yo iremos a hablar con la directora y con ese muchacho también, para advertirle que tú eres menor de edad y que quiera o no, te tiene qué respetar. Pero eso es muy aparte de tu castigo, no tiene nada qué ver.

—¿Y qué hay de la fiesta de Fer el viernes? ¿Me dejarán ir?

—No —negó ella.

—Pero Fer es uno de mis mejores amigos, mamá, no puedo no asistir a su cumpleaños.

—En eso hubieras pensado antes entonces.

—En ese momento no pensé en nada que no fuera Diego.

—Entonces estas son las consecuencias por no pensar, pequeño.

Contigo quiero enfrentar al mundo entero (Libro #2)©✔Where stories live. Discover now