Capítulo #126

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Alexis Cuellar

En la mañana siguiente, salí de mi casa para ir al departamento de Diego. Necesitaba verlo, necesitaba que habláramos, quería darle su regalo y que me explicara lo del regalo que me dejó en el árbol.

Esta vez me llevé mi credencial del trabajo, así que cuando llegué el señor de la entrada me dejó entrar sin problemas.

Cuando entré al departamento miré que en la mesa había basura de KFC, dos platos y dos copas con un poco de vino aun.

Dejé el regalo en la mesa y caminé lentamente al cuarto de Diego, giré la parilla y abrí la puerta... Estaban Diego y Alexander acostados en la cama

—¡¡¡DIEGO!!! —grité tan fuerte que los desperté y se levantaron de golpe.

—Alexis, ¿qué haces aquí? —se talló los ojos.

—Vine a verte y a hablar contigo y te encuentro aquí en la cama con este —señalé a Alexander.

—Oye, no soy “este” —dijo Alexander— y no estábamos haciendo nada malo.

—¿Y qué hacen aquí juntos en la cama?

—Miramos una película y nos quedamos dormidos —dijo Diego.

—Esa es la excusa más hiper vieja de todo el mundo, Ferrer, o sea —rodé los ojos.

—¿Y qué crees entonces?

—¿Pues qué será? —me crucé de brazos—. Tuvieron una cena romántica y terminaron en la cama.

—Comer pollo Kentuky no es precisamente una cena romántica—dijo Alexander—. Además miranos, wey, estamos vestidos —se señaló.

—¿Y qué haces aquí entonces?

—Vine a pasar navidad con Diego, ya que tú pues lo corriste de la casa, comimos, bailamos, miramos una película y...

—Y aprovechaste eso para acostarte con mi novio.

—¡Nos quedamos dormidos! ¡¿Qué parte no entiendes?!

—Es que como tú eres bien hiper facilito, pues cualquiera pensaría que se acostaron.

—Yo no soy eso —dijo serio.

—¿Ah no? ¿Y entonces qué haces con todos los tipos diferentes con los que sales cada día? Desde que tienes 13 años te acuestas con todos, Alexander, eso es algo que para nadie es un secreto.

—No le hables así a Alexander, Alexis —me dijo Diego—. Él vino a hacerme compañía, su vida personal no tiene nada que ver con quien él es como persona y como amigo conmigo, así que te pido que lo respetes.

—¿Respetar? ¿Cómo respetar a alguien que ni siquiera se respeta a si mismo?

—¿Y tú cómo sabes que no me respeto, eh? ¿Tú qué sabes de mí? ¡Tú no sabes nada! —dijo enojado.

—Leonardo, Fernando, Joel, Max, Diego, Cesar, Arturo, Jaime, Enrique, Víctor, todos tus ex's novios, ligues, amigos con derecho... ¿Le sigo?

—Por lo menos me acuesto con quien yo quiera cuando estoy soltero.

—Te recuerdo que te acostaste con Leonardo estando en una relación con Max.

—Y yo lo admito, yo fui infiel, fui una porquería con Max. No soy como tú que me las doy de muy fiel cuando tengo un “amigo” que me gusta y que me quiero cojer en secreto.

Le iba a pegar, pero Diego me detuvo.

—Alex, vete, yo arreglo esto con Alexis —dijo Diego.

—Mejor sí me voy —agarró sus cosas que estaban en el mueble—. Nos vemos al rato, Diego.

Contigo quiero enfrentar al mundo entero (Libro #2)©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora