《 TOKYO REVENGERS STORIES ♡ 》

H A R U C H I Y O S A N Z U

ℍ𝕒𝕣𝕦𝕔𝕙𝕚𝕪𝕠 𝕊𝕒𝕟𝕫𝕦
𝔼𝕤𝕔𝕒𝕡𝕖

La habitación de hotel es fría y esta oscura, el nudo que percibo en mi garganta me abruma mientas lucho con todas mis fuerzas por mantener las gotas salinas dentro de mis ojos, pero mis orbes lucen rojizos y apagados, sin vitalidad, sin el amor que solían irradiar.

Sus dedos se enredan en mis cabellos, jalando suavemente de mis hebras para incitarme a inclinar mi cabeza hacia atrás, pertimiendose a si mismo deleitarse con el paso de su lengua por la piel húmeda de mi cuello.

Sé lo que hiciste y me rompe el corazón

—¿Me dirás que sucede? —él cuestiona como si no se diera cuenta.

Contengo mis lagrimas y miro sus ojos que me analizan con detención, impacientes por percibir alguna emoción revelarse en mi rostro, pero no quiero que él lo vea, no quiero que se regocije con mi tristeza.

¿Hay algo que ella haya podido darle que yo no?

Lo beso con suavidad y reposo mi frente junto a la suya, estoy sentada a horcajadas sobre sus piernas, sus manos aprietan con fuerza mis muslos y puedo sentir sus pulgares enterrándose en la parte interna de ellos, subiendo poco a poco y jugando con mis medias de red.

Sabes que te amo tanto, por eso dejo que me trates así. Soy tu complice voluntario.

—Nada sucede, cariño... —mentí, acompañando mis palabras con un suspiro largo y pesado.

Sus labios se separan y puedo verlo esbozar una sonrisa, sé que es listo y ya se ha dado cuenta de lo que conozco. Separa una de sus manos de mi cuerpo y la usa para llevarse una de sus píldoras a la boca, un trago de licor deja sus labios amargos y puedo sentir el sabor cuando su lengua se entromete por mi boca para encontrarse con su par, besándome lenta y profundamente. Acaricio su mejilla con mi diestra y mi pulgar dibuja la sedosa piel de sus cicatrices, deseando seguir siendo la única a quien él le permite hacerlo.

Te amo mas que cualquiera de esas perras.

Sus dedos empujaron una de sus píldoras, le es más fácil tratar conmigo de esa manera y no me niego, deseo elevarme tan alto como él lo está. Mi mundo se vuelve hermoso y cruel, pero no importa que tan lejos vaya por que al menos Sanzu irá conmigo.

The Crystal Ship de The Doors comienza a sentirse lejana saliendo del parlante, y sus toques empiezan a tomar el ritmo melodioso de la voz de Morrison cuando los botones de mi blusa son separados uno a uno, mi sostén negro queda expuesto ante su inquisitiva mirada y esa sonrisa maliciosa vuelve a aparecer justo antes de que la tela que hace algunos segundos cubría mi torso ahora reposara sobre la alfombra. Sus dientes se hunden en mi clavícula y un sollozo huye entre mis labios.