Capítulo 22

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El salir de la empresa con Mati fue mucho más fácil que dejar a Christian, puedo decir con seguridad que este dios griego me trae loca.

La manera es que me beso fue la mejor sensación del mundo, pero es saber que era mutuo me hace querer llorar y aun no se el hecho, supongo que es la primera vez que me siento deseada y no puedo estar más a gusto.

—Mami falta mucho para llegar, quiero ir a casita con mis hermanitos.

La voz risueña de Matías logro sacarme de mis pensamientos, desde que salimos no ha dicho palabra y me preocupa que realmente lo que paso hace unos días le haya afectado demasiado.

—Tranquilo mi bebe no demoraremos nada con tu psicólogo y en un parpadeo estaremos todos juntos en casa. —Le sonreí para darle más veracidad a mis palabras.

Matías tenía una cita con su psicólogo que aún no se su nombre puesto que fue de manera rápida luego del incidente y la única manera de saber si mi bebe tenía secuelas era con ayuda profesional, tal vez y sea un poco exagerada, pero para mí es importante verlo sonreír sin ningún miedo nuevamente.

—Mami me van a inyectar algo, no quiero pullas en mis bracitos estoy bien.

Oww cómo se puede ser tan lindo y tierno en esta vida, la respuesta es mi bebe precioso.

—Mi niño precioso es tan tierno, pero tranquilo mi amor que no serán pullas, hablaras con un doctor de lo que paso ese día y de cómo te sientes luego de ello, pero sin presionarte cielo, está bien.

—Si! mamita te quiero.

—Yo te quiero más bebé.

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El chofer que Christian me dio para que nos llevara estaciono al frente del hospital, me sentí ansiosa por unos segundos, pero no debería pensar en ello.

Tome en brazos a Matías quien me regalo una tierna sonrisa y entramos.

Primero nos detuvimos en una recepción donde tomaron nuestros datos y nos dirigieron a la sala de psicología infantil, le iban a asignar un doctor o doctora a Matías y me encontraba feliz por ello, mientras esperábamos Matías recostado en mi pecho y yo en la sillas de la sala de espera logre ver a diversos niños jugando con los juguetes que se encontraban en las pequeñas mesas, entonces me fije en Matías y me pregunte por que no rogo que lo bajara para correr a jugar si el ama hacerlo, junto con Nath, Lia, Babby y Samuel son unos terremotos en casa y justo ahora se mostraba muy sereno.

—Señorita Fiorela Torres puede dirigirse un momento con nosotros para terminar el papeleo, y en unos minutos la llama el doctor Morgan.

La chica que se encontraba en la entrada vino a mí a decirme lo siguientes, no había reparado en qué momento había llegado junto a mí, ha de estar tan elevada que no la sentí, Matías había escuchado todo se quedó mirándome con su preciosa carita.

Asentí a la chica para que me diera unos minutos, entonces mire a Matías y le di mi celular.

Pues sabía que no quería jugar con ningún niño del lugar y no era opción llevarlo si no iba a demorar.

—Bebe te quedaras unos minutos en este lugar me esperas aquí con mi celular en lo que vuelvo no demorare y apenas llegue entramos con tu doctor te parece bien.

Madre de mis 4 Hermanos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora