Madre de mis 4 Hermanos ©

Capítulo 4

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CHRISTIAN

Lunes /24 de marzo/2015
Tarde

—Permiso, señor Evans, acaba de llamar su madre la señora Sofía, y desea que le recuerde que tiene cena familiar hoy a las 8.

—Gracias por informarme señorita Miller, ya puede retirarse a su almuerzo.

—Con permiso señor Evans, que disfruté su almuerzo también.

No le respondí nada más y esperé a que se retirará, la señorita Miller ha sido mi secretaria por mucho tiempo, agradezco que sea eficiente.

Sin perder más mi tiempo, salgo a tomar el almuerzo en algún restaurante, junto con Leonardo mi cuñado y dueño de las empresas Montero.

Tomó el ascensor y bajo a la primera planta del edificio donde espero encontrar a Leonardo.

—¡Ey! Chris te estaba esperando, vamos a comer algo muero de hambre.

—Ok vamos, espero y hayas reservado el restaurante, me conoces muy bien y sabes que no soy de esperar.

—Por lo mismo es que le pedí a mi secretaria que reservará desde temprano.

Leonardo es un buen tipo, me agradó desde el primer momento en que Gabriela lo llevo a casa un día después de la fiesta de cumpleaños de mamá, era una reunión para personas socias de las empresas de mi padre y las mías, algo así como personas con dinero, no me consideró un hermano sobre protector, ni tampoco un orgulloso por tener más que otros, pero cuando se trata de mi familia lo doy todo, más si se trata de mi pequeño Matías y mi sobrino Mateo.

Llegamos al frente del auto y mi chófer nos dirige su saludo, para proceder abriéndonos la puerta a Leo y a mí, y emprender al restaurante, en el trayecto de la empresa al restaurante hablamos de cosas triviales hasta que su pregunta me devolvió a la realidad.

—¿Christian cuando conseguirás mujer?, Piensa en Matías el merece tener el calor de madre, desde que nació no lo ha tenido.

—Leo sabes que no ocupó de una mujer, y Matías se adaptará a ello cuando crezca.

—Está bien, si tú lo dices no insisto.

No seguimos hablando, dado que el chófer estaciono, bajamos del auto y nos adentramos al lujoso restaurante que Leonardo reservo, a decir verdad, lo de conseguir esposa me dejo pensando, sé que debo preguntarle a Matías lo de tener novia, ya que con Patricia y Tamara no salieron bien las cosas. La voz de mi cuñado me sacó de mis pensamientos.

—Buenas tardes señorita, tenemos una reservación a nombre de Leonardo Montero.

—Si señor ya registró su ingreso, y el nombre de su acompañante.

—Christian Evans. —le respondí.

—Está bien pueden seguir.

Nos adentramos mejor en el lugar y tomamos asiento en la mesa que nos indicaron para proseguir a pedir lo que iríamos a comer, luego de que un mesero tomará nuestra orden Leonardo decidió hablar.

—Viste a la chica de la recepción no dejaba de echarte el ojo.

—Debe de ser alguna de esas tipas que sólo buscan hombres ricos o que sólo les atrae el físico, no me interesan esa clase de chicas, demasiada experiencia tuve con Tamara.

—Te entiendo hermano, le agradezco a Dios por haberme puesto a la mujer ideal en el camino.

—De eso no hay dudas, mi hermana es la mejor mujer que he conocido hasta ahora.