Capítulo 8

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FIORELA

Martes/25 de marzo/2015
Mañana

Luego de ese pequeño incidente con la habitación de "huéspedes" pude dormir, Christian me ayudó a encontrar la dichosa habitación y justo quedaba a dos cuartos más de él, lo que terminó por confirmarme que cualquier habitación en esta mansión era acta para quedarme en ella por una maldita noche, pero en lo que me caracteriza no estuvo tan mal el haberme equivocado; pude ver ese perfecto cuerpo, tonificado y.... oh Fiorela despierta ya, ese fue un percance jamás tendré oportunidad con un empresario millonario.

Me levanté temprano, para poder irme ya a casa con los bebés, la alarma me sirvió bastante bien, entre al cuarto de los niños; que dormían como koalas, los contemplen un rato, todos son hermosos, no nacieron de mí, pero me enorgullece que sean mis hermanitos.

—Niños a levantarse. —Digo a medida que les doy un beso en sus frentes de bueno días, pero qué difícil es levantar a cinco, así que como buena arma que tengo las cosquillas, no me quedo de otra que empezar a levantarlos de esa forma, pero cuando iba a empezar por Nath, Christian me interrumpió.

—Fiorela no tiene caso que los levantes tan temprano, porque no esperas a que este el desayuno, ya después los despiertas.

La verdad no me parecía tan mal la idea, pero no me esperaba que el dios griego que tengo adelante quiera desayunar junto a nosotros.

—No es necesario ellos se despertarán, nos iremos y dejaremos de generar tantos problemas.

—Fiorela ya te dije que no me molestaba que te quedarás en esta casa, no seas necia y déjalos dormir un rato más.

No le respondí, sólo asentí y me dirijo con él al comedor o sala, ya ni se donde estábamos hablando ayer, que ahora que lo recuerdo no me despedí de Gabriela, ni de la señora Sofía.

—Señor Evans, digo.... Christian, ayer no me pude despedir de la señora Sofía, tampoco de Gabriela, bueno de tu familia, me debo de haber visto como una mal educada.

—Tranquila, mis padres informaron que vendrían en la tarde, si te quedas no quedarás como una mal educada, y en cuanto a Gabriela, hablará contigo por teléfono, para una salida pendiente que tenían algo así dijo antes de irse.

No le contesté sólo me dediqué a seguirlo hasta que llegamos a ese comedor como para veinte personas. Tomé asiento a su lado y rompí el silencio con la pregunta que me rondaba desde que llegué.

—Umm bueno se-Christian, espero no ser tan impertinente pero donde está la madre de Matías, es decir su esposa o novia. —Digo con mis nervios a flor de piel, espero y no me mandé a la mierda.

—Bueno pues es una pregunta un poco fuerte, pero no eres impertinente en lo absoluto. —Me dice y me sonrojo, este hombre es bueno en conquistar.

—Patricia se llama la madre de Matías, era la mujer perfecta a la vista de todos, pero terminó siendo lo peor, quedó embarazada de Matías y quería abortarlo, para irse con mi socio, se acostaba con el cuándo yo estaba en la empresa, sé que no tenía tiempo para ella en ocasiones; pero no tenía el derecho de ser infiel, y mucho menos con mi socio, así que hicimos un trato, me pidió dinero a cambio de no abortar y dejar a Matías a mi cargo; y sé que me juzgarán por haberlo comprado hipotéticamente, pero era la vida de mi hijo la que esa mujer quería dañar, al final ella acepto tuvo a Matías y desde entonces no la he vuelto a ver y agradezco que Matías entendió, cuando le conté sobre su madre, en una mejor versión, es un niño aún para que entienda.

Madre de mis 4 Hermanos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora