Capítulo 25

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CHRISTIAN

Noche

Ver a Fiorela con ese vestido y así de hermosa en la punta de las escaleras me hicieron darme cuenta de dos cosas, esta mujer es tan preciosa que merece ser admirada y la segunda es que la quiero toda para mí.

Los niños me sacaron de mis pensamientos con esa pregunta que no dude en responder, pero no fui realmente honesto, quería que supiera que el solo verla así no era algo muy sano para mis hormonas. Pero no podía llegar a decir eso delante de mi hermana y mi cuñado, es algo que le diré mas tarde que solo seamos ella y yo.

Fiorela en ningún momento dejo de verme ni yo a ella, hasta llegado el punto en el que nos despedimos de nuestros hijos para alcanzar a los demás, que ella sin querer o por descuido hizo que viera su ropa interior por la abertura del vestido, sin lugar a dudas ninguna mujer me había echo sentir tan caliente, que si no fuera por la velada y mas que todo por ir a nuestro ritmo, cogería a Fiorela en mi hombro la llevaría a mi habitación y le haría el amor hasta asegurarme que sean por fin las tres niñas como tanto quiere mi madre.

Fiorela siguió adelante ya que la tensión entre nosotros era muy palpable y sabía que se sentía muy avergonzaba, tantas ganas tenían que aun así quería molestarla y ponerla mas roja de lo que esta.

Entonces sin poder quedarme con las ganas llegue a su lado, y antes de que subiera al coche completamente la tome de la cintura, ya que mis manos picaban por hacerlo y me acerque completamente a ella de tal manera que le pude susurrar.

—Te ves tan hermosa con ese vestido esta noche, tanto que creo no poder controlarme.

Y sin mas bese sus clavículas escuchando un hermoso jadeo de su parte y creo nunca me apretaron tanto los pantalones.

Apenas solté a Fiorela ella con su cara completamente ruborizada subió a la limosina que notifiqué como nuestro transporte de esta velada.

Me ubique a un lado de Fiorela y me quede observando mas de la cuenta su belleza y la manera en que se sentía nerviosa, creo que no hablamos mas del tema de nosotros y siento que nos debemos una charla, pero en este momento quiero que seamos nosotros por hoy, sin darnos etiquetas solo disfrutando de lo que sea que quieran nuestros cuerpos.

—Bonita, —Llame en un susurro bajo en el que solo escucháramos los dos, ella me miro con sus hermosos ojos miel brillando, creí que pude enamorarme mas de esta mujer, tome sus muñecas y las acerque a mis labios para besarla de manera lenta quería que se sintiera segura conmigo y necesitaba brindarle esa plena seguridad. —Quiero que no te preocupes por nada de lo que pueda pasar hoy, se tu en todo momento, si no te sientes cómoda con algo me dices vale, y no te alejes de mí, cualquier cosa que suceda me los dices a mi o a Gabriela, solo, quiero que te luzcas hoy, que vean la hermosa mujer que tengo a mi lado ¿sí?, —La vi asentir entonces me quedaba más tranquila. —No te preocupes por nada preciosa.


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FIORELA

Noche

Solo pude limitarme a asentir en todo el trayecto, no podía mentir que me encontraba nerviosa, y si hago algo que pueda enojar a Christian, no quiero que me separe de mis bebes, no podría tolerar tampoco el alejarme de este hombre por cristo.

Sali de mis pensamientos cuando lo vi observándome mucho.

—Este vestido no me queda nada bien verdad, —Interrumpí su escrutinio, me sentía fuera de lugar vistiendo tan elegante que con mis ropas de siempre. —Christian pareció enojarle mi comentario porque lo escuche suspirar fuerte y fruncir el ceño antes de hablar.

—La verdad es que estoy pensando seriamente en llevarte de regreso a la mansión, —Cuando dijo eso no se por que me sentí tan mal quería llorar entonces mis sospechas de que no me veía bien del toso en este vestido era verdad, y si le hago pasar pena a Christian, tal vez debería hacerle caso.

—Deja de pensar mas las cosas en esa cabecita tuya, no quiero llevarte de regreso porque te veas mal, al contrario, te ves tan preciosa y sexy que no se como me puedo controlar teniéndote así de cerca mujer.

Luego de ello me pego completamente a el que sentía su respiración en mis labios.

Te quiero joder tan mal y llenarte de mí, que quiero llevarte de regreso a casa ahora para que nadie más que yo y mis hijos te miremos y cumplir con lo que te dijo.

Y créanme me quedé sin aliento al escuchar esa confesión con su voz ronca y su respiración errática como si se controlara con mi presencia, mis piernas empezaron temblar en anhelo que me vi gimiendo cuando me beso con esas ganas y a la vez rudo. Quiero que lo haga, pero tengo miedo aun soy inexperta y claramente no seria capaz de confirmarle que quiero que me haga todo lo que tiene en mente.

Luego de un rato nos interrumpió el chofer que hasta entonces noto que es alguien nuevo y parece no hacer contacto visual conmigo, lo cual me intriga pero no le pongo mas atención cuando siento que abren la limosina del otro lado y es Christian, hay gritos eufóricos afuera y suspiros de periodistas, tal parece que no soy la única moja bragas por él, Christian me extiende la mano y la toma sin duda y miedo con aparente seguridad, la que me dio Chris hace unos momentos, los flash parecen interceptarnos y me sentí toda una celebridad pero demasiado fuera de lugar, empezamos a subir y llegar a la entrada del lugar con todas esas miradas encima.

Y una vez adentro claramente dando nuestros nombres en la entrada recogieron nuestros sacos, pensé que eso solo sucedía en las películas, Christian puso su mano en mi espalda baja y me guiaba en todo momento que saludábamos a aquellos que llegaban a formarle charla a Chris fue extraño, la atención que me daban cuando no pintaba nada hay.

Christian se excuso en un punto, lo llamaron para hablar de algo importante junto con Leonardo quien me sonrió cuando me vio.

—Bonita debo solucionar algo con los socios, y no quiero dejarte sola, —Me susurro, le di una mirada comprensiva y el me sonrió. —Esta bien Bonita cualquier cosa me avisas de una vez, Gabriela no tarda está en el baño.

Asentí y no espere que me besara cuando lo hizo, mentiría si dijera que no lo disfrute y me asombro tanto que no fui la única, las mujeres que estaban en el bufet me miraron tan mal que temí no salir viva, y se fue dejándome desorientada.

Este hombre me va a volver loca.

A lo que pude reaccionar me dirigí a la esquina del bufet donde no estuvieran esas chicas que seguro me comen viva.

Vi en la mesa algo que hizo brillar mis ojos fresas con chocolate mis favoritas desde niña y con la emoción del mundo tomé una y darle una mordida, pero sentí a alguien detrás de mí.

—Gabriela debes comer esto, está muy rico.

—Así que tu eres mi remplazo... Christian perdió los buenos gustos.

Creo que quede muda, esta no es la persona que espere.

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-¿Quién será la persona que vio Fiorela?

-¿Sera de verdad un reemplazo?

Hola! Tiempo sin actualizar espero no me hayan olvidado y me sigan leyendo.

Nos leemos! Un saludo.

Madre de mis 4 Hermanos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora