h(ermandad)

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Para Sizhui, Jingyi es su mejor amigo, casi su hermano, su compañero del alma, Sizhui siempre va a estar agradecido con Jingyi por la ayuda que le ha dado para que su relación con Jin Ling no se marchitara por la distancia y la falta de tiempo, y lo más importante es que Jingyi se ofreció a ser el próximo líder de secta, sorprendentemente, los ancianos, Lan Qiren, el actual líder de secta estuvieron de acuerdo, quizás un cambio no le vendría mal a la secta, con Jingyi como líder de secta, Sizhui puede irse a vivir con Jin Ling, pero todos aquellos planes se estrellaron estrepitosamente contra la realidad de Jingyi embarazado de Sizhui.

Aquel embarazo es una consecuencia de una cacería nocturna, los habían dejado a cargo de un grupo de discípulos menores, uno de los discípulos había encontrado un quemador de inciencio, Sizhui se hizo cargo de aquel objeto, como se les había hecho tarde decidieron quedarse en una posada en Caiyi, ya en su cuarto compartido con Jingyi, Sizhui empezó a mirar el objeto con Jingyi, moviéndolo de allá para acá para poder mirar las escrituras que tiene, de tanto movimiento se terminó activando, un humo verde empezó a salir de aquel objeto, sus cuerpos se empezaron a sentir extraños, calurosos, sus corazones empezaron a latir rápidamente, de un momento a otro se empezaron a besar desenfrenadamente, sus conciencias se nublaron por el placer inducido por ese extraño humo, Jingyi como pudo activó un hechizo silenciador, sus manos recorrieron lujuriosamente el cuerpo contrario, gemidos y jadeos se escuchaba en aquella habitación de posada cuya temperatura iba subiendo a cada minuto que iba pasando, a medida que la temperatura fue subiendo la ropa iba desapareciendo, mientras la ropa iba desapareciendo piel iba siendo descubierta para ser explorada por los labios y manos del contrario.

Recién entrada la madrugada pasó el efecto de aquel extraño humo, ambos se miraron avergonzados, el cuerpo de Sizhui tenía unos chupetones por distintas partes y algunos rasguños en su espalda, Jingyi se sonrojó aún más al verlos, se empezó a disculpar inmediatamente.

-No es necesario que te disculpes Jingyi, ninguno de los dos estuvo en sus sentidos.

Jingyi suspiró aliviado. Ya en la mañana ordenaron lo que más pudieron la habitación, junto con limpiarla, en la madrugada habían abierto las ventanas para que se fuera el olor a sexo. De regreso en la secta les tocó, para desgracia de cada uno, contar lo que había pasado con aquel objeto, como castigo por ser tan descuidados les tocó investigar a ellos mismos el significado de las escrituras que tiene el objeto. Lo más difícil fue contarle a Jin Ling, en un principio no querían contarle, pero Wei Wuxian estaba al tanto de la situación y como el boca suelta que es, lo más probable es que en algún momento se le saliera, como era de esperarse, Jin Ling se enojó mucho con ambos, los insultó, incluso le dijo traidor a Jingyi, Jin Ling le dijo a Sizhui que por un tiempo no hablaran.

Los síntomas empezaron con un supuesto malestar estomacal, que arcadas y vómitos, uno que otro mareo, todo extraño, Wen Ning desde que empezó a escuchar de aquellos síntomas, ya estaba al tanto lo que había pasado con Sizhui, empezó a sospechar que Jingyi está embarazado, se ha dado cuenta de que por esta parte del mundo de la cultivación no es muy común los embarazos en hombres. Wen Ning por discreción no se lo ha querido comentar a nadie.

La gota que renvalsó el baso fue cuando una tarde Jingyi y Wei Wuxian están en el pabellón de la biblioteca, Jinyi está pálido, más de lo normal, y algo mareado, Wei Wuxian lo mira preocupado.

-Deberías ir a descansar a tu habitación Jingyi, ¡mañana seguimos investigando!

Jingyi se levantó mareándose aún más, trastrabilló un poco hasta que se desmayó, de no ser por Wei Wuxian que apenas lo pudo agarrar, Jingyi hubiera caído al suelo, en ese momento justo ingresó a la biblioteca Lan Wangji quien aceleró sus pasos, preocupado por lo pálido que se veía Jingyi en brazos de su marido, lo tomó con cuidado para llevarlo al pabellón médico, los discípulos con quienes se toparon los miraron preocupados. Una vez que llegaron al pabellón, uno de los médicos lo revisó y quedó un poco confundido y asombrado, miraba a los presentes sin saber como decir lo que tiene Jingyi.

Abecedario-zhuiyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora